UN PLAN MAESTRO
Por Andrés Cárdenas
Buenos Aires, 27 de noviembre de 2020
Las reiteradas declaraciones provocadoras de la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, se combinan con una clara estrategia del Gobierno de la Ciudad de atacar, estigmatizar y enfrentar a los educadores porteños, culpándolos por la presunta ineficacia de un sistema, al que desfinanciaron de modo permanente en trece años de gestión. Una agresión brutal en plena pandemia, que intenta generar divisiones en la sociedad y con el Ministerio de Educación de la Nación, en busca de rédito mediático y electoral.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció el 13 de noviembre el adelanto de las vacaciones de los docentes y el 20 del mismo mes, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, definió el 17 de febrero como fecha programada de reinicio de clases en CABA, ambas medidas cuestionadas previamente por los gremios de educadores, como disparadoras de conflictos a corto plazo, y a contramano del calendario definido en casi todas las jurisdicciones del país.
Estos dos anuncios en los mismos días en que la ministra de Educación, Soledad Acuña, atacó brutalmente a los docentes y a la Educación Pública, así como el apoyo a sus declaraciones por el oficialismo de la Ciudad y la dirigencia nacional de Juntos por el Cambio, desde Mauricio Macri hacia abajo, muestran la existencia de un movimiento de pinzas, un verdadero plan maestro en el que actúan coordinados.
La última andanada de Acuña comenzó el 8 de noviembre en el programa “Un café con Iglesias”, espacio en la red del inefable diputado cambiemita Fernando Iglesias y prosiguió por todos los medios posibles desde entonces, con un atisbo de pedido de disculpas que nunca llegó a ser tal, y varias ratificaciones posteriores aún más alevosas de sus primeros dichos.
Acuña insultó de manera directa a maestros y maestras, diciendo que quienes eligen ser docentes en CABA son “cada vez más grandes de edad, que eligen la carrera docente como tercera o cuarta opción, luego de haber fracasado en otras carreras” y que, como si fuera un demérito, “pertenecen a niveles socieconómicos bajos” por lo que no poseen un adecuado “capital cultural” para compartir en las aulas. Pero el “sincericidio” no se detuvo, y una vez desbocada criticó a los institutos de formación y los gremios docentes por “sobreideologización” y vocación de militancia izquierdista, así como instó a la comunidad docente a delatar de manera activa posibles casos de “bajada de línea”.
Lorena Pokoik, legisladora del Frente de Todos (FdeT) y vicepresidenta de la Comisión de Educación de la Legislatura porteña comentó al respecto: “No caben dudas que uno de los sectores más golpeados por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta es el educativo. Y en los últimos años tanto la ministra Acuña como el Jefe de Gobierno hicieron sus campañas políticas desde ese lugar, creando un enemigo imaginario en las y los docentes y tratando de convencer a los vecinos y vecinas que eso era así. Primero lo plasmaron con el proyecto de UniCABA, y luego con el cierre de secundarios nocturnos, con lo que tuvieron que dar marcha atrás. Ahora se suma un nuevo capítulo en el armado marketinero de esta dupla y esto va mucho más allá de los gremios, porque para el gobierno de la Ciudad el ‘enemigo’ a vencer es la Educación Pública de gestión estatal. Utilizan la misma estrategia de aquellos que quisieron convencernos de que el Estado era ineficiente, y que la solución estaba en achicarlo lo más posible. Si fuera por Acuña y Rodríguez Larreta la Educación Pública de gestión estatal ideal sería la que tiende progresivamente a desaparecer”.
El repudio a las expresiones del oficialismo porteño contra la Educación Pública fue unánime desde los gremios docentes y organismos de derechos humanos tales como Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, Familiares e H.I.J.O.S., entre otros.
En el plano operativo, el adelanto de las vacaciones docentes, por medio del decreto 397/20 firmado por Rodríguez Larreta y Acuña se justificó debido “a las circunstancias imperantes en virtud de la pandemia causada por el Covid-19” y se consideró que “resulta necesario adoptar medidas de excepción que permitan afianzar la continuidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje”.
En la práctica, se trata de otra iniciativa “para la tribuna” como fueron las “burbujas educativas presenciales” en la Ciudad, que resultaron riesgosas, poco efectivas y rechazadas por padres y alumnos.
“Durante este último mes y algo, cuando comenzaron a implementarse las burbujas socioeducativas en las escuelas, la gran mayoría de las familias que integran la comunidad tuvo temor de llevar a sus hijas e hijos. Son conscientes del peligro que representa, y más allá de que estén de acuerdo con la presencialidad de las clases, como todos nosotros y nosotras lo estamos, saben, al igual que nosotros, que no están dadas las condiciones para hacerlo. Por suerte los papás y las mamás de la comunidad educativa no cayeron en la trampa que proponen desde los medios tanto Rodríguez Larreta como Acuña, que es un enfrentamiento entre familias y docentes, en ese sentido fracasaron. Y en el mismo sentido se reformuló el ‘Con mis hijos no’, respondiendo con la ausencia y la no participación en las burbujas socioeducativas”, expresó Pokoik.
Otro tanto se puede señalar respecto de la fecha de inicio de clases anunciada para febrero, con buscada cobertura mediática, que se diferencia del resto del país, aunque al mismo tiempo entorpezca exámenes aún en curso y concursos docentes.
La legisladora del Frente de Todos María Bielli consideró que “la decisión de Acuña de adelantar la licencia anual ordinaria de lxs docentes para iniciar a partir del 21 de diciembre, en conjunto con el anuncio de inicio del ciclo lectivo a partir del 8 de febrero del 2021, genera una superposición de fechas con la publicación del listado de vacantes e instancias de reclamo, fechas de exámenes y actos públicos, por ejemplo. Anuncian el inicio temprano del ciclo lectivo, pero no proporcionan información sobre el acondicionamiento de las escuelas, del estado de la infraestructura escolar. La vuelta a las clases presenciales y la planificación de cómo será el ciclo 2021 requiere diálogos, acuerdos y mayor inversión para acondicionar las escuelas y garantizar elementos de higiene y protección”.
El Gobierno de la Ciudad tiene la costumbre de realizar anuncios relevantes en primer lugar a partir de los medios de comunicación, sin diálogo ni comunicación formal previa con las comunidades educativas, que son las que se ven afectadas por estas decisiones. Esto genera, fundamentalmente, malestar y mucha incertidumbre entre las familias, estudiantes y docentes.
Los gremios de educadores, los convidados de piedra de la gestión porteña, no fueron consultados como suele ser habitual. Asimismo el adelanto de las clases perjudicará a la industria turística, que busca recuperarse en medio de la pandemia, y trastocará los planes de esparcimiento de miles de familias porteñas, pendientes del calendario escolar para organizarse.
DICHOS DE SOLEDAD, MUY ACOMPAÑADOS
A la cuestionada idoneidad académica de la ministra Acuña, que nunca ejerció la docencia, para estar al frente de la cartera de Educación porteña se sumaron las revelaciones respecto a su propia educación en el Colegio “Primo Capraro” de Bariloche, en épocas en que era supervisado por el criminal de guerra nazi, Erich Priebke. La nota firmada en el diario Página 12 el 22 de noviembre pasado en ningún momento afirmó, sino que lo relativizó de modo explícito, que la propia Acuña fuera nazi, pero esta inferencia fue explotada por la directiva de Juntos por el Cambio para apoyarla en todos los planos, desde Mauricio Macri hasta Patricia Bullrich, Fernando Iglesias y Waldo Wolf, entre otros referentes.
El propio Rodríguez Larreta que se había llamado a silencio hasta entonces publicó en Twitter: “Siempre defiendo y defenderé la libertad de expresión y el intercambio de ideas. Pero la política democrática nada tiene que ver con ataques personales y falaces. Todo mi apoyo y el de nuestro equipo para Soledad Acuña, una ministra cuya única prioridad es dar más y mejor educación para todos los chicos y chicas de la Ciudad de Buenos Aires”.
En ningún momento el Jefe de Gobierno porteño aclaró ni amplió cuáles serían estos presuntos “ataques personales o falaces” contra su ministra.
Daniel Ferro, director de la Escuela Primaria Común Nro. 10 del Distrito Escolar 5, “Deán Diego Estanislao de Zavaleta”, en plena zona de influencia de la Villa 21-24 Núcleo Habitacional y núcleo Transitorio Zavaleta de Barracas, una de las zonas más postergadas de la Ciudad y además integrante de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) consideró:
“Llamar ministra a Soledad Acuña es demasiada generosidad después de las últimas declaraciones, pese a que oficialmente ostente el cargo y Rodríguez Larreta la sostenga. Acuña demuestra un desprecio muy evidente y permanente por los docentes y estos dichos sinceran lo que piensa de nosotros. Si hablamos de una estrategia de desprecio desde la gestión porteña abarca mucho más hacia todo lo que sea la esfera pública. Por estos días el ministerio de Desarrollo Social rebajó presupuesto y ajustó a los comedores y merenderos en un 30 por ciento en un momento tan difícil y particular de tanta necesidad en época de fin de año, volviendo a golpear a la clase más empobrecida. Lo mismo sucede con la Salud, comedores, merenderos, centros culturales. Hace un mes y medio se reprimió en la Legislatura a enfermeras y enfermeros que están exponiendo sus vidas. Una Legislatura que suele estar vallada muestra que resuelve y sanciona leyes en contra del pueblo y la comunidad y a favor de ciertos intereses de sectores hegemónicos del poder”.
LAS RESPUESTAS DE LOS DOCENTES
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires viene llevando políticas persecutorias para con los docentes desde hace años. Basta recordar el 0800 que pusieron a disposición en el año 2012 para que las familias denunciaran por “intromisión política” en las aulas; o remontarnos al 2017, cuando se lanzó otra línea para denunciar a los docentes que mencionaran a Santiago Maldonado en las aulas.
No es la primera vez que lo hacen, y sus intenciones resultan bien claras: intentan generar una sensación de sospecha permanente sobre los docentes y su tarea en el aula. El problema en todo esto es que no se dan cuenta (o no les importa) que además de condicionar a los docentes y generar un clima de sospecha y angustia por la persecución, los más perjudicados con este tipo de accionar son los estudiantes.
“En un 2020 atravesado por una pandemia y por la suspensión de clases presenciales, lxs docentes debieron hacer enormes esfuerzos para sostener la continuidad educativa sin los recursos necesarios como dispositivos tecnológicos y conectividad. Lxs docentes, aparte de tener que afrontar lo inédito de la pandemia tuvieron que hacerse cargo de la entrega de las canastas alimentarias a lxs estudiantes, yendo cada quince días a las escuelas a entregar los deficientes bolsones que repartía el GCBA. En esos momentos de encuentro, implementaron estrategias de lo más creativas para retomar contacto con sus estudiantes, para hacer llegar fotocopias con actividades para los miles de alumnxs que no tenían acceso a la conectividad o a un dispositivo, tomaban demandas y escuchaban las situaciones que estaban afrontando las familias. En ese contexto, de un esfuerzo descomunal de todxs lxs trabajadores de la educación, la ministra hace declaraciones discriminatorias y terriblemente ofensivas. Esto no sorprende -nos indigna-, pero no nos sorprende”, contó la legisladora Bielli.
El director de escuela Ferro agregó: “La responsabilidad es claramente de esta gestión por el ajuste educativo, con políticas para la foto y una pedagogía de la mentira. Un caso emblemático es el de las ‘escuelas fantasmas’, edificios escolares que figuran en ejecución sin tener empezadas las obras. Reitero se trata de la pedagogía del ocultamiento, de hacerse el distraído, de culpar a otro. Si el Presupuesto de la Ciudad en Educación no estuviera encima subejecutado todos los años otra sería la realidad. Hay una clara definición de afectar a la Educación Pública, sin olvidar el intento de cierre de grados y escuelas para adultos“.
“Acuña en su discurso solo habla de chicos, desconoce que hay adultos que estudian, que el derecho a la educación no tiene límite de edad. No dan entidad a instancias como los bachilleratos populares que surgen ante la ausencia del Estado y se debe pelear mucho para que sean reconocidos sus estudiantes, a nivel adultos. Hay una intencionalidad de seguir abriendo la brecha entre ricos y pobres. Las capacitaciones de las que habla la ministra no existen. La falta de presupuesto incide precisamente en la Educación porque no hay proyecto serio de formación continua docente. Existen unos pocos encuentros de capacitación en el año que son insuficientes. Sin recursos económicos de verdad no se puede gestionar una mejor Educación. Falta un trabajo de cercanía con las escuelas, un trabajo territorial para realidades totalmente distintas en los distintos distritos escolares. Eso implicaría una inversión bien puesta para ocuparse de necesidades que no son todas las mismas“. explicó.
“Debemos tener la certeza del trabajo que hacen los docentes y los no docentes y del reconocimiento que reciben en su comunidad, eso es lo que nos llevamos todos los días. Las respuestas sindicales deben ser más contundentes y más duras, más allá de lo mediático, ya que es necesario que involucren al colectivo. Hay que hacer visibles para la sociedad a una cantidad de funcionarios estatales que son cómplices de Rodríguez Larreta y Acuña y forman parte de un mecanismo hostil y violento hacia los trabajadores con medidas impúdicas, cínicas y obscenas”, propuso Ferro.
Recientemente la docente Angélica Graciano, Secretaria General de UTE, explicó otro aspecto ineludible sobre los dichos de Acuña, en una actividad con alta composición de mujeres, igual que sucede en el castigado sector de enfermería en CABA: “La ministra no tiene en cuenta la doble o triple carga que tienen muchas mujeres cuando estudian, lo que hace que puedan tardar más tiempo en alcanzar el nivel educativo deseado. Visto desde la mirada de la ministra soy una fracasada que tardé diez años en completar la carrera. Desconoce que las mujeres tenemos que estudiar al mismo tiempo que planificamos nuestras familias, tenemos hijos y la mayoría trabajamos”.
Otra táctica denunciada desde los colectivos docentes es la difusión de información estadística manipulada en el relato que pretenden instalar los dichos estigmatizantes de Acuña: los gremios docentes afirman que los estudiantes de los profesorados muchos son recién egresados de los secundarios o tienen menos de 22 años de edad, al tiempo que no provienen de carreras previas.
¿DÓNDE ESTÁN LAS RESPONSABILIDADES PROPIAS?
Desde el ministerio de Educación de la Ciudad la ministra degradó abiertamente la presunta mala calidad educativa en la escuela pública, responsabilizando directamente a los trabajadores docentes. Entonces cabe preguntar: ¿Cuál es la responsabilidad de su cartera y de ella misma, si esto fuera cierto, como parte de una gestión que lleva ya trece años seguidos al frente del gobierno del distrito más rico del país y con las herramientas del Estado a disposición? ¿Es simplemente una espectadora que brinda un diagnóstico externo?
“Antes cuando Macri era Jefe de gobierno y ahora Rodríguez Larreta ajustaron cada año un poco más al conjunto del sistema educativo, bajaron el Presupuesto diez puntos en diez años, no construyeron escuelas lo que provocó falta de vacantes, hay alrededor de 28 mil plazas faltantes por años y tantas otras críticas para realizar. Ellos responsabilizan a las y los docentes de las políticas educativas que llevan adelante. La culpa siempre es del otro”, dijo Pokoik.
La propuesta de UniCABA, según gremios y expertos en educación, carece de fundamentos educativos y tiene como real intención intervenir las instancias de los institutos de formación docente porteño que cuentan con su propio régimen de elecciones, autoridades y centros de estudiantes.
“Estamos convencidos que esta intervención la harán de manera gradual. La simple creación de la UniCABA para dictar carreras que ya existen en los Institutos de Formación Docente, es una intervención en sí misma: el Estado compitiendo con el propio Estado. De llegar a perpetuarse en el poder, de aquí a unos años argumentarán que no es posible sostener los 29 Institutos de Formación Docentes y la UniCABA”, amplió Pokoik.
Las críticas a la “militancia” y a la “ideologización” en los institutos formativos docentes está a tono con un planteo abierto de antipolítica direccionado desde la derecha argentina, con discursos vacíos de contenido, pero tendientes a crear un sentido común que vuelva más dócil y manipulable a la sociedad. Lo de siempre, un planteo antipolítica que enmascara una clara toma de posición política con marcado sesgo elitista, antisindical y antipopular.
“Es claro el ataque que el gobierno de Rodriguez Larreta viene realizando hace años a los profesorados de la Ciudad. No sólo esgrimen argumentos discriminatorios para aquellxs que deciden estudiar en un profesorado, sino que sostienen que por culpa de esas instituciones existe una ‘sobreideologización’ en la formación docente. Pretenden terminar con esta situación que ‘diagnostican’ creando una nueva universidad, cuyo rector es elegido por la propia ministra de Educación, siendo esa la estrategia que pretenden utilizar para lograr ‘neutralidad’. Ella misma sostiene que la formación docente no debe depender de quienes se encuentran en el poder, pero Acuña pertenece a la fuerza política que gobierna la Ciudad hace más de trece años. Por otra parte, hace dos meses, Mariano Palamidessi, rector interventor de la UniCABA informó en una reunión con los 29 profesorados que entre las carreras que se iban a dictar desde 2021 se encontraba el ‘Profesorado de Educación Primaria con formato universitario’, duplicando así una carrera ya existente, incumpliendo el compromiso asumido de no tener las mismas carreras que ya tienen los Institutos de Formación Docente. A esto se suma que hay Escuelas Normales Superiores que se encuentran en una situación excepcional, que se suma a las complejidades del contexto de pandemia, debido a la finalización de los mandatos electivos de las autoridades y/o claustros sin que el Ministerio de Educación brinde una respuesta al pedido de prorrogar la vigencia mientras se extienda la emergencia sanitaria y hasta tanto sea factible realizar las elecciones correspondientes”, especificó Bielli.
“En el gobierno de la Ciudad hay un rechazo enorme a la igualdad de oportunidades, a la equidad, a la solidaridad, y eso también lo padecimos durante los cuatro años del macrismo a nivel nacional. Ese rechazo a la igualdad radica fuertemente en los guardapolvos blancos, porque la escuela es creadora de conciencia crítica y de pensamiento crítico. Para el modelo de sociedad que tanto Larreta y Acuña aspiran a llegar, ellos no pueden aceptar que las y los alumnos se reciban siendo críticos a sociedades desiguales, y ahí está el gran problema que tienen. Quieren alumnos dóciles que acepten cualquier consigna que ellos les plantean desde el poder. Quieren alumnas y alumnos, mano de obra barata, que acepten las condiciones de explotación laboral que ellos proponen. Quieren estudiantes subordinados desde las aulas para que cuando se reciban sean profesionales subordinados a sus propuestas. En definitiva: quieren una sociedad de subordinados, y la Escuela Pública de gestión estatal no los prepara en ese sentido, sino todo lo contrario”, condensó Pokoik.
EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA
“El problema empieza, no sólo cuando lxs funcionarixs que deberían velar por la Educación Pública se encargan de denostarla con sus declaraciones, sino también cuando lo hacen con sus decisiones políticas. En los últimos años ha habido una notable reducción del presupuesto educativo de la Ciudad, lo que se refleja en que no se invierta en construir escuelas, en la infraestructura de las existentes, en mejorar la alimentación escolar. Así mismo, hace años que se agudiza la falta de vacantes, año a año miles de niñxs se ven afectadxs por esta problemática por la falta de construcción de escuelas, particularmente en el nivel inicial”, destacó Bielli.
La Ministra de Educación de la Ciudad atacó en forma repetida a quienes sostienen la política educativa y a quienes es su deber coordinar y conducir, sin tener ningún reparo en deslegitimar de manera sistemática la tarea de los que sostienen el sistema educativo que ella tiene a cargo. Frente a las dificultades de construcción de autoridad actuales, la ministra desautoriza. Esto tiene consecuencias muy graves para el propio funcionamiento del sistema.
Cuando Acuña evoca de manera provocativa la denuncia al “adoctrinamiento” en las escuelas, y hace referencia a la puerta cerrada del aula, a la dificultad de que las “familias denuncien” intenta romper con un punto nodal del sistema, que es la confianza entre la escuela y las familias. Como máxima autoridad del sistema educativo va contra la base y piedra angular del sistema. No es la primera vez que el sector más conservador acusa a la docencia de adoctrinamiento. También lo hace el grupo de lobby reaccionario “Con mis hijos no”, mientras intentan bloquear permanentemente que se garantice el acceso y el cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). No resulta sorpresivo ver que la frase que eligió la ministra en su carta de débil disculpa o más bien de ratificación del desprecio parafraseara: “Con los chicos, no”.
“La búsqueda de división y enfrentamiento en la comunidad educativa siempre estuvo, basta recordar a Ciro James de la mano de Macri espiando a docentes. Si nos movemos colectivamente en nuestras escuelas es difícil que esto pueda pasar porque en la realidad, que desconoce Acuña, existe el acompañamiento recíproco en las comunidades educativas. El reconocimiento de las familias hacia los docentes es enorme. Las familias saben que no somos vagos ni bajamos línea, aunque sí tenemos un discurso político. Nuestra concepción de la educación es política porque el mismo diseño curricular nos condiciona para trabajar una concepción de no neutralidad. Si se toma el diseño curricular de primaria respecto de la finalidad de la educación general básica es que haya niños y niñas que sean ciudadanos, que tengan protagonismo, que puedan intervenir en los asuntos públicos, se convoca a que sean sujetos de derecho y sujetos políticos desde la infancia. El diseño curricular tiene una prescripción. Tanto Acuña como muchos de sus funcionarios no toleran la verdadera pluralidad, no fomentan el diálogo, el encuentro, no conversan con el ministerio de Educación de la Nación. Como director de escuela me reuní con el ministro Nicolás Trotta y dijeron que hice abandono de tareas desde el Area de Educación Primaria del Gobierno de la Ciudad. Esta gestión en los años que lleva al frente del gobierno porteño ajustó fondos, redujo lo que era un 30% del Presupuesto en Educación hasta bajarlo al 17%, con eso está todo dicho“, expresó el director Ferro.
Un pedido de interpelación impulsado por la legisladora Pokoik y el bloque del Frente de Todos fue presentado sobre tablas en la sesión de la Legislatura que tuvo lugar el último jueves 19 de noviembre, y fue rechazado. Los legisladores de Vamos Juntos, UCR/Evolución y el Partido Socialista votaron en contra y el pedido no pudo prosperar debido a la composición misma de la Legislatura, donde el oficialismo es mayoría, no votan (ni permiten tratar) temas que les resulten incómodos.
También resulta necesario mencionar que durante todo el año se solicitó en la Comisión de Educación e Innovación la presencia de la ministra Acuña en la Comisión de Educación. Pareciera que la funcionaria solo quiere brindar información a través de los medios de comunicación, pero no dialogar con la comunidad educativa, ni dar explicaciones en la Legislatura, donde se encuentran los representantes elegidos por la diversa sociedad porteña.
Hablemos claro, las declaraciones de Acuña contienen conceptos despectivos hacia los docentes, apreciaciones clasistas revulsivas, misoginia, prejuicios aberrantes hacia los sectores sociales más humildes, un cóctel que podría analizarse como el verdadero “Plan maestro”del oficialismo en la Ciudad. En otro contexto y otras sociedades lo sucedido alcanzaría para exigirle la renuncia a un cargo que deshonra. Aquí desde algunos sectores políticos se la ensalza, apoya y probablemente estemos asistiendo al lanzamiento de una futura referente electoral en la Ciudad de Buenos Aires.