Un Ciudad de Buenos Aires que incorpore el conocimiento, la ciencia y la tecnología.
Valeria Levi. Doctora en Ciencias Químicas (UBA). Investigadora Principal del CONICET. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA)
Las grandes ciudades plantean enormes problemáticas y desafíos como consecuencia de sus dimensiones, su densidad poblacional y concentración de actividades productivas. Entre ellas un alto crecimiento demográfico, una mayor concentración de la población migratoria del país y del exterior, la concentración de la población en zonas focales, la gran concentración de actividades productivas y tecnológicas, el alto consumo energético, la alta emisión de gases y generación de residuos, la contaminación de diferentes tipos, el gran flujo y congestión del transporte, el diseño de las redes de los servicios públicos, la planificación urbana, la inclusión social, desigualdades sociales, ente muchas otras.
En el marco de esos aspectos que impactan sobre el desarrollo, la calidad de vida y la calidad ambiental, las grandes ciudades de los países desarrollados incluyen en el diseño, seguimiento y evaluación de sus políticas públicas un componente esencial y estratégico: el conocimiento, la ciencia y la tecnología.
En nuestro país, el conocimiento se genera esencialmente en las Universidades Públicas y organismos de ciencia y tecnología (CyT). Nos caracterizamos por contar con un sistema público de altísima calidad y reconocimiento internacional. En particular, la Ciudad de Buenos Aires es el mayor centro de conocimiento del país. En ella se concentra la mayor cantidad de centros de investigación del CONICET, de investigadores, de becarios, de profesionales especializados y también la Universidad de Buenos Aires. La UBA con sus 13 facultades es la principal Universidad del país, y en ella estudian, se forman en carreras de grado y de posgrado, enseñan e investigan, decenas de miles de docentes, estudiantes, y miles de becarios e investigadores.
La ciencia y la tecnología cumplen un rol central aportando conocimiento, análisis, evidencia, tecnologías e innovación, capaz de contribuir a la generación de políticas públicas para la planificación urbana, el desarrollo sustentable y la mejora de la calidad de vida. Es impensable que una ciudad de las características de la Ciudad de Buenos Aires no tenga una asociación estratégica, de mucha fortaleza, con todas las instituciones públicas de investigación y conocimiento que en ella radican.
Sin embargo, los 12 años de la gestión de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta pueden ser sintetizados en la más notoria desconexión y desconocimiento del sistema público de ciencia y tecnología. Esto pude verse en dos aspectos centrales. El primero: en el nulo financiamiento que la Ciudad destinó al sector para fortalecerle sus capacidades en la Ciudad, siendo el financiamiento siempre provisto por el Estado Nacional. En segundo lugar, los escasos o nulos ejemplos de asociaciones estratégicas frente a demandas de la Ciudad para que los científicos puedan, a través de sus capacidades y conocimiento, contribuir al desarrollo o generación de políticas públicas.
La gestión del PRO no jerarquizó ni financia a la ciencia y la tecnología. Mientras que en el año 2007 el Estado nacional jerarquizó el sector mediante la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva (MINCyT), la Ciudad de buenos aires siempre tuvo una Dirección General de Ciencia y Tecnología dependiente del Ministerio de Desarrollo Económico. El gobierno de Mauricio Macri como Presidente, dio aun muestras más claras, al bajar la jerarquización del Ministerio a una Secretaria de Gobierno, demostrando una coherencia sobre el poco valor que le asigna a un sector estratégico tan valorado en los países en vías de desarrollo. En segundo lugar el gobierno del PRO destina un presupuesto insignificante a la CyT del presupuesto y en descenso, representando sólo el 0,001% del presupuesto de la Ciudad.
La CABA es el distrito del país que concentra la mayor actividad de Investigación y Desarrollo (I+D) del país, más de 2.500 investigadores e investigadoras, más de 3.000 becarios de posgrado del CONICET, miles de docentes, Universidades, organismos de CyT (CONICET, IGN, SMN, SENASA, CNEA, etc.), centros de investigación, oficinas de vinculación tecnológica, etc.
¿Con qué recursos humanos formados e institucionales en del sistema nacional de Ciencia y Tecnología contamos en la Ciudad?
- 28% de la inversión del ex-MINCyT en actividades científicas y tecnológicas de Argentina se realizan en la CABA.
- Concentra más de un 25% de los RRHH en ciencia y tecnología con más de 2500 investigadores y 2500 becarios.
- Se encuentran 58 de los 206 centros del CONICET, 2 universidades nacionales: (UBA y UTN), 6 institutos universitarios públicos.
- 19 universidades privadas y 11 institutos universitarios privados.
- 70 Unidades de Vinculación Tecnológica (UVTs), programas de emprendedorismo, incubadoras de empresas y agencias del promoción de I+D.
Pese a ser un territorio intensivo en I+D y a tener una ventaja competitiva enorme frente a otros distritos, la interacción de la gestión PRO con todas estas estructuras institucionales y recursos humanos ha sido inexistente y no se apoyó en absoluto en la ciencia y la tecnología para construir políticas públicas tendientes a buscar soluciones para los problemas de la Ciudad.
Hay al menos dos estrategias simples para incorporar CyT a la gestión de la CABA. Una es simplemente con una fuerte vinculación con los ámbitos nacionales específicos de la Ciudad (organismos, universidades, centros de investigación, etc.) financiando investigaciones, proyectos, empresas de base tecnológica, en proyectos estratégicos de intereses para la ciudad. Otra es creando, como muchos países tienen, Institutos o Agencias de Desarrollo locales creados por el Estado para formular de modo integrado el plan maestro de la ciudad, con ejes de transporte, espacio público, calidad de vida, contaminación, crecimiento poblacional, vivienda, ahorro energético y prevención de catástrofes. Como existen en China, Alemania, Brasil, México, USA, etc.
La gestión del PRO deslinda el rol del Estado en la inversión en Ciencia y tecnología, porque tiene una concepción absolutamente diferente de su importancia y el carácter estratégico, menospreciando los logros de la ciencia. Instaló el marketing de la “Ciudad tecnológica” o la creación del “Distrito de Innovación” únicamente dando beneficios impositivos a empresas ya existentes que no en su mayoría generan tecnología ni innovación, ignorando absolutamente al sector científico-tecnológico, o como oportunidades de negocios inmobiliarios. Y con un concepto simplista y erróneo de la innovación como si fuese solo “creatividad”, cuando detrás de un proceso de innovación hay muchos años de investigación, básica, aplicada y financiamiento.
Si hacemos el ejercicio de ver el detalle de los convenios firmados entre la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Gobierno de la Ciudad, observamos que, al menos en la web oficial del Gobierno de la Ciudad, no hay convenios relacionados con el aporte que podría hacer la UBA en materia de políticas públicas sino únicamente cesiones de terrenos a la UBA para posibilitar mayor expansión de la universidad. Entre los convenios firmados, encontramos:
- Cesión de terrenos a la UBA para la construcción de la Escuela Técnica en Villa Lugano (Comuna 8)
- Cesión de terrenos a la UBA para la construcción de la nuevos institutos de investigación en ingeniería y medicina de la UBA en Villa Lugano ( Comuna 8)
- Cesión de terrenos a la UBA para la construcción de un Museo y Archivo documental de la universidad en Villa Lugano ( Comuna 8)
- Cesión de terrenos a la UBA de la sede de CBC conocida como Drago que funciona desde el año 1987.
- Remodelación de Plaza Houssay
- Cesión de terrenos a la UBA de los metros cuadrados donde funciona el Edificio de la Facultad de Psicología de la UBA
- Remodelación de las áreas de transporte y tránsito en Ciudad Universitaria y mantenimiento de la Reserva Ecológica Norte
Como es posible ver de la información oficial del gobierno de la Ciudad (lo que no implica que no exista algunos convenios celebrados con las Facultades de la UBA) no parecen constar convenios de demanda por parte del Gobierno de la Ciudad a la comunicad académica y científica más numerosa de todo el país. Únicamente se formalizan cesiones de terrenos que agrandan la territorialidad de la UBA pero que no implican trabajo en colaboración para generar políticas públicas frente a los problemas que las grandes ciudades entrañan. Tampoco se identifican convenios con el CONICET, ni financiamiento especifico de proyectos o inversión para nueva infraestructura, laboratorios o equipamiento.
No sólo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no demanda al sistema científico, tecnológico y Universitario, que debería ser el primer consultor estratégico para asesoramiento y diseño de proyectos y políticas públicas, sino que la gestión PRO estableció gran número de convenios con Universidades Privadas como La Universidad Adventista de la Plata, Universidad Austral, Universidad de Belgrano, Universidad de Palermo, Universidad Barceló y Maimónides solo para prestar el servicio de “dictar cursos de grado y posgrado en Centros de Salud Públicos y Hospitales de la Ciudad de Buenos Aires”.
Está claro que este gobierno de la Ciudad que lleva 12 años de gestión no tiene proyecto de Ciencia y Tecnología en la Ciudad, con el agravante de que, para prestar servicios académicos, utiliza siempre a las Universidades Privadas en convenios que implican grandes sumas de dinero para el erario público.
La ciencia y la tecnología son motores del desarrollo social y económico soberano de la Argentina y deben ser políticas públicas esenciales para darle a Ciudad de Buenos Aires mayores niveles de desarrollo, de inclusión, de igualdad y de una planificación acorde a las necesidades que plantea en función de sus problemáticas y los desafíos del crecimiento que proyecta.
En este contexto algunas de las propuestas:
Propuestas:
- En términos generarles hay que potenciar el rol de la CyT como aporte para la generación de políticas públicas y como motor para un desarrollo sustentable en la Ciudad de Buenos Aires.
- El sistema científico, tecnológico y Universitario, debe ser el primer consultor estratégico para asesoramiento y diseño de proyectos y políticas públicas de la Ciudad de Buenos Aires.
- Integrar a la CyT a la planificación urbana en los principales desafíos para promover un desarrollo económico y social coordinado.
- Jerarquización del rol Institucional de la Ciencia y la Tecnología (CyT) en la CABA.
- Elevar el rango la Dirección General de Ciencia y Tecnología, dotarla de presupuesto y financiamiento.
- Crear una Agencia para la Planificación del Desarrollo Sustentable de la CABA.
- Esta herramienta tendrá por fin planificar el desarrollo de la Ciudad en los ejes estratégicos con recursos humanos y capacidades de la ciencia y la tecnología, y la innovación.
- Esta Agencia articulará las políticas públicas de desarrollo en la Ciudad y fortalecerá la articulación con el sector de conocimiento y tecnología.
- Generar programas e instrumentos reales para aprovechar los recursos existentes y financiar desde el Estado al sistema científico para conducirlo hacia investigaciones estratégicas en temas de la CABA.
- Inversión para potenciar el rol del CONICET en el ámbito de la Ciudad de Buenos aires (becas e ingresos).
- Inversión para el financiamiento de proyectos estratégicos, etc.
- Demandar al sector científico-tecnológico soluciones para los problemas de la ciudad con financiación del estado de la Ciudad.
- Fortalecer todo lo relativo a la enseñanza de las Ciencias, y la divulgación, la programación informática en las escuelas.
- Instalación de nuevas empresas de base tecnológica en rubros estratégicos, intensivos en tecnología e innovación. Estas empresas en temas estratégicos para la Ciudad se podrían incubar en conjunto con las Universidades e Institutos de investigación y transferencia.
- Cumplir la Ley 2511 de Ciencia y Tecnología de la Ciudad sancionada en 2007. Esta ley establece principalmente.
- Al menos 1 % del presupuesto de la CABA deberá destinarse a las actividades previstas en la ley.
- La conformación del Consejo de Ciencia Tecnología e Innovación de la Ciudad.
- Aprobación del Plan Cuatrienal de Ciencia y Tecnología.