newsletter nº6 – CRISIS SANITARIA Y ABANDONO EN LA CIUDAD: DENGUE, SITUACIÓN DE CALLE Y MUERTES
Buenos Aires, 21 de mayo de 2020

El Covid-19 sigue castigando principalmente a los más vulnerables y en la Ciudad de Buenos Aires el abandono y la desprotección del Estado porteño está mostrando su cara más dura. La crisis sanitaria en los barrios se agudiza y las víctimas ascienden cada día, entre ellas Ramona Medina, referente de la Garganta Poderosa en la Villa 31 que murió por coronavirus el último fin de semana.
“Nos piden que nos higienicemos, que nos lavemos las manos, que tengamos mayor cuidado, que nos pongamos tapabocas, que no salgamos a la calle; ¿y con qué lo hacemos si no tenemos agua?” buscó interpelar, Ramona, hace dos semanas, a las autoridades y dar a conocer la gravedad de la falta de agua en plena pandemia.
En este contexto, no sólo los barrios más humildes concentran el aumento de casos. Existe también una profunda vulnerabilidad para las personas que viven en situación de calle: dormir a la intemperie sumando riesgos de contagio. En los últimos días se confirmaron 79 casos de coronavirus en un parador y se supo que el Gobierno de la Ciudad no está otorgando los insumos necesarios para la higiene a estos albergues, aumentando así las posibilidades de contagios masivos.

Mientras tanto continúa expandiéndose el dengue, cuyos casos en la Ciudad de Buenos Aires ascienden a 6.896 y los barrios más afectados son Flores, Barracas, Soldati, Vélez Sarsfield y Villa Lugano.
LA DESPROTECCIÓN QUE MATA
Ramona Medina, referente de la Garganta Poderosa en la Villa 31, murió por coronavirus apenas dos semanas después de haber difundido un reclamo en alza entre los distintos vecinos: la bomba de tiempo que significaba no tener agua. Falleció a los 42 años, era paciente diabética e insulino-dependiente y como más de 900 vecinas y vecinos de la Villa 31, fue diagnosticada de COVID-19 junto con sus dos hijas, su sobrina y sus cuñados.
El video que grabó desde su casa, el 3 de mayo, pone en el centro de la escena una realidad eternamente postergada: cómo se en los barrios más pobres de la Ciudad (donde hoy se concentra el 30% de los casos de la Ciudad de Buenos Aires). La falta de agua no hizo más que agravar la expansión del coronavirus en los barrios vulnerables, pero frente a las necesidades y urgencias de los vecinos de las villas, el Gobierno hace oídos desde hace más de 12 años.
Como consecuencia del festival de tierras públicas y la falta de inversión, la problemática del agua va de la mano del deficiente acceso al sistema de salud y las condiciones habitacionales de emergencia. En estos días se venció el plazo que la justicia le dio al Gobierno de la Ciudad, obligándolo a garantizar el abastecimiento de agua potable a vecinos y vecinas de barrios populares.
Pese a que se acelera el avance de la pandemia, el Ejecutivo continúa incumpliendo las urgencias de quienes más necesitan de su contención. Como Ramona, ya murieron otras 11 personas en las villas del distrito con más riquezas de todo el país, y concentra más de 4130 casos en total. De ese total, 1410 están radicados en los barrios más vulnerables.
El presidente de la Comuna 4, Ignacio “Nacho” Álvarez, denunció el trato que reciben luego de los testeos las personas que pueden tener coronavirus en la Villa 21-24, la más grande del país donde viven más de 70 mil habitantes. Estos casos son aislados en la Casa de la Cultura y por la noche los llevan a hospitales, donde no los quieren recibir, los hacinan y maltratan.
La situación es realmente alarmante y riesgosa, por ello el presentó una acción de amparo contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, solicitando informes sobre los protocolos correspondientes para afrontar la pandemia del COVID-19.
A MAYOR VULNERABILIDAD, MAYOR ABANDONO

Mientras se profundiza la desprotección del Estado porteño, los riesgos de un contagio masivo aumentan, sobre todo si no se refuerzan los equipos interdisciplinarios de profesionales. La gravedad de la situación afecta también los paradores.
La problemática de las personas en situación de calle en Buenos Aires tiene larga data, durante los 12 años de gestión del Pro se trató de uno de los sectores más castigados. Durante los cuatro años de la presidencia de Mauricio Macri hubo un considerable aumento de la indigencia, aumentando 98% sólo en la Ciudad.
Los paradores no alcanzan para cubrir ni la mitad de las personas que se encuentran en la calle o en riesgo a vivir en la calle, menos tras el cierre del parador en Retiro tras la confirmación de 79 casos positivos de COVID-19. Por tal motivo, algunas organizaciones sociales presentaron una medida cautelar para que el Gobierno porteño reubique en hoteles o viviendas sociales a las personas en situación de calle.
Asimismo, legisladoras y legisladores del Frente de Todos vienen advirtiendo que los centros no cuentan con lugares de aislamiento para casos sospechosos de Covid-19 y presentaron un plan de asistencia integral para evitar que se repita lo que sucedió en el parador de Retiro.
LAS CONSECUENCIAS DE DESATENDER LA PREVENCIÓN DEL DENGUE
A la par de la expansión de la pandemia del Covid 2019, la epidemia del dengue continúa escalando. El virus representa un problema desde hace más de 10 años, sin embargo Horacio Rodríguez Larreta y su gabinete no atendieron las alertas y la epidemia ya superó el pico de 2016.

Según el último boletín epidemiológico, en la CABA se confirmaron 6896 casos de dengue y las comunas más afectadas son la 7, la 8, la 10, la 9 y la 4. Como siempre, no nos sorprende que las comunas del Sur sean las más desprotegidas y en mayor riesgo.

El distrito más rico del país es, paradójicamente, a la vez el distrito con más casos de dengue en la Argentina. Nicolás Schweigmann, investigador del CONICET, explicó que hay que prevenir durante todo el año, dado que con el frío los huevos sobreviven varios meses en los recipientes.
Por eso, seguimos insistiendo en que el Gobierno realice las medidas de prevención e información para la población durante todo el año. No hay vacuna ni tratamiento específico disponible, es su responsabilidad atender esta epidemia que crece día a día.
¿Y LA PRESENCIA DEL ESTADO PORTEÑO, PARA CUANDO?
Las demandas por garantizar viviendas dignas, derecho a la alimentación, derecho a la salud integral y un Estado que direccione sus recursos a políticas públicas sociales, pasan a ser necesidades y gritos desesperados.
Mientras estamos ingresando a un aumento exponencial de casos de Covid-19 y Dengue, los barrios se enfrentan a una problemática que los castiga desde hace mucho tiempo: el hacinamiento, la falta de información y la desprotección absoluta de un Gobierno cuyas prioridades están muy lejos de las que se necesitan frente a una emergencia sanitaria.