newsletter nº11 – LA NUEVA NORMALIDAD PORTEÑA HEREDA LAS URGENCIAS DE LA VIEJA NORMALIDAD
SALUD, EDUCACIÓN Y… FIN A LA CUARENTENA FLEXIBILIZADA DE LARRETA?
En la última semana murieron dos enfermeros de los Hospitales Durand y Rivadavia, el personal de salud volvió a manifestarse y reclamar por las pésimas condiciones en las que deben enfrentar, en la primera línea de fuego, una pandemia como el Covid-19 que no tiene precedentes cercanos y ha desbordado todos los sistema de salud en el mundo.
Mientras tanto, el Jefe de Gobierno porteño sigue especulando con los índices de las encuestas y no quiere retroceder en la flexibilización, pese a la crisis sanitaria que afecta al AMBA en particular, porque ve amenazada su imagen ante potenciales votantes.
Otra vez, como vemos hace semanas, se confirma una máxima de la gestión porteña: en materia de ajuste, los más castigados son los más vulnerables. La problemática de la flexibilización a los docentes de la escuela pública y la entrega de alimentos en mal estado, ya son figurita repetida del gobierno de Rodríguez Larreta.
EL PERSONAL DE SALUD DESPROTEGIDO Y AZOTADO POR EL COVID
José Aguirre era enfermero del Hospital Rivadavia, murió el domingo pasado por Covid. En el pabellón donde trabajaba todo el personal está infectado. Sus colegas hicieron un acto esta semana para denunciar la desprotección que sufren de parte de las autoridades sanitarias de la Ciudad.
La preocupación viene desde el comienzo del confinamiento, porque además de no contar con equipamiento y elementos de higiene y protección necesarios, del total de muertos a nivel nacional 14 son parte del personal de salud, entre ellos el enfermero del Hospital Durand, Julio Gutiérrez, a quien sus familiares y compañeros despidieron anhelando que el Ministro de Salud Fabián Quirós se conmueva y revierta las deficiencias que viven para hacer su tarea.
El Gobierno porteño desmiente los reclamos y asegura que los insumos de seguridad están garantizados, sin embargo las trabajadoras y los trabajadores muestran antiparras precarias, deben reutilizar barbijos que deberían desecharse en unas horas y costean ellos mismos muchos de los gastos.
Asimismo, la mayoría debe hacer horas extras para acrecentar los magros salarios que reciben o tienen dos empleos, situación que se ha agravado por la pandemia. Desde el gremio ATE, responsabilizan al Gobierno de la Ciudad por la muerte de José Aguirre y anunciaron que iniciarán un quite de tareas para garantizar la rotación del personal, no descartan otras acciones reclamando mayores medidas de bioseguridad porque aseguran que los trabajadores de la salud mueren de desidia.
Por su parte, recientemente la Asamblea de Residentes y Concurrentes de CABA realizó un informe de situación sobre las condiciones en las que trabajan diariamente, denunciando no sólo falta de insumos y mala calidad, sino también condiciones edilicias deficientes y dificultad para garantizar el acceso a una salud pública de calidad.
LAS CIFRAS PROVINCIA-CIUDAD Y LA ESPECULACIÓN DE LARRETA
Al menos seis funcionarios porteños se sumaron a la lista de contagiados por Covid-19, que en la Ciudad de Buenos Aires ya suma 21.898 casos -casi la mitad del país– y al menos 444 muertes.
Por cada 100 mil habitantes, la Ciudad tiene 75 casos y la Provincia 70, el AMBA tiene el denominador común de compartir el principal centro urbano del país y ser el foco absoluto del coronavirus en la Argentina.
No obstante, la Ciudad dista de la compleja situación que atraviesa la Provincia de Buenos Aires, dado que es el distrito más rico del país, con un PBI que se puede comparar sólo con el de los países más desarrollados y prósperos del mundo. Mientras el presupuesto del Gran Buenos Aires es de $26 mil por habitante, en la ciudad homónima se dispone de un presupuesto que alcanza los 110 mil pesos por porteño y porteña.
Sin embargo, el Ejecutivo porteño reconoció que no tiene datos precisos, ya que las cifras oficiales que se difunden se basan en lo que ocurre en el sistema público. Por lo tanto, todo indicaría que la atención está puesta en las camas de los hospitales públicos, sin embargo a más de tres meses de iniciado el confinamiento no se sabe a ciencia cierta cuáles son los recursos con los que cuenta la Ciudad.
Mientras desde la Provincia de Buenos Aires, en vistas a un aumento exponencial de casos, el Gobernador Kicillof plantea que hay que volver a la fase 1, el Jefe de Gobierno porteño rechaza por el momento la posibilidad e insiste en guiarse por el humor social de los porteños conforme lo que muestran las encuestas. Todo indicaría que aceptaría un regreso “gradual” al mayor confinamiento, por un período corto de tiempo. Los anuncios y las certezas son inminentes.
EL AJUSTE A LA ALIMENTACIÓN Y LA EDUCACIÓN COMO BANDERA
Las consecuencias del ajuste no sólo alcanzan la salud, sino también a la educación. Por ello, trabajadoras y trabajadores de la educación hicieron un apagón virtual en rechazo a la decisión inconsulta y unilateral del Gobierno de pagar el aguinaldo en cuotas. Claro que esta medida violatoria de la ley perjudica a todos los agentes de la administración pública porteña.
Y si hay flexibilización, también hay recortes sobre las necesidades básicas. Una vez más, los docentes denunciaron que están llegando alimentos en mal estado en los bolsones de las escuelas para las familias más necesitadas.
Hace pocas semanas señalamos que el gobierno porteño paga 115% más del valor que corresponde para las viandas escolares, en beneficio de las empresas concesionarias, situación que también han advertido legisladores de la oposición y distintas organizaciones.
Para evitar los sobreprecios o el mal estado de bienes esenciales a través de intermediarios, los legisladores del Frente de Todos impulsaron una iniciativa para que se entregue una tarjeta escolar alimentaria en reemplazo de los bolsones y viandas, pero el oficialismo se niega a tratar esa normativa. ¿Cuál será el miedo? ¿Perder la oportunidad del negocio con socios y amigos?
NUEVA NORMALIDAD
La pandemia del Covid-19 vino a plantear una nueva normalidad, en todos los planos que podamos pensar. La problemática de los comedores escolares y la provisión de viandas en los establecimientos públicos se agudizó sin duda, pero lo que más está exigiendo una transformación profunda es el rol del Estado y su alcance en la vida de las personas. Cuánto Estado? Para quién? Para cuántos? Cuándo?
La salud y la educación pública son clave en esta nueva etapa. Un informe reciente del Observatorio Gente en Movimiento, reveló que el 44% de las familias porteñas reducirá gastos en educación, lo que implicará una fuerte migración hacia la escuela pública.
Las implicancias de este nuevo escenario superan las demandas de la vieja normalidad, reclaman derecho universal a la conectividad, soberanía sanitaria, derechos y capacitaciones plenas a los docentes, ya no hay lugar para recortes y ajustes, no es posible el hacinamiento en las instituciones.
Asimismo, si algo está claro, es la importancia vital que tiene el personal de la salud en nuestra vida cotidiana y más cuando ésta se encuentra amenazada. No alcanza con elementos de higiene y protección y con infraestructura adecuada; el reconocimiento que merecen debe ser alcanzado por salarios dignos para todo el cuerpo sanitario, es necesario terminar también aquí con la flexibilización.
Además de demandar derechos básicos, esperamos que tras este nuevo boletín podamos ver que Horacio Rodríguez Larreta empieza a destinar más recursos (económicos y simbólicos) para la salud de los porteños y porteñas que los que destina a su imagen y su campaña permanente.