Newsletter N° 43 – Una ciudad cada vez más privada, con una gestión cada día más cruel
La campaña de vacunación, el subte, las Ecobici y los espacios públicos tienen un mismo denominador común: la privatización como política de Estado en la gestión del Pro. No sorprende, es la lógica desde hace casi 14 años gobernado la Ciudad y es la lógica que, ya naturalizada, afecta sistemáticamente a porteñas y porteños que, a cambio de promesas de mayor frecuencia de transporte, más bicicletas, más espacios verdes y un mejor sistema de salud, ven su calidad de vida cada vez peor.
Como si no fuera suficiente, se suma la falta de previsión y el impacto se produce sobre la población más vulnerable. A la novela de la demora en las inscripciones online para vacunarse y el privilegio al sistema privado en la entrega de las dosis, ahora se suma el capítulo de las aglomeraciones de mayores de 80 años, bajo el sol y teniendo que esperar durante horas.
Vacunación lenta
Si el eje de nuestro abordaje de hoy es la privatización, resulta evidente que la campaña de vacunación pica en punta en el análisis. Está claro que avanza muy lenta en la Ciudad de Buenos Aires y con criterios, por lo menos, discutibles. En este contexto, cabe recordar que el propio gobierno recibió una denuncia penal por el envío de las vacunas al sector privado.
El mítico “Palacio de los Deportes”, el Luna Park, se convirtió esta mañana en el principal centro vacunatorio contra el coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires, junto a otros puntos. Lamentablemente la (des)organización oficial provocó que centenares de mayores de 80 años deban amontonarse en las puertas del estadio sin distanciamiento social, ni medidas de control contra la propagación del virus. Lo mismo se pudo ver en Av. La Plata o en La Rural.
Pese a que PAMI ofreció 10 centros de vacunación, Larreta y Quirós prefirieron no responder a la oferta y, en cambio, decidieron mandar a los adultos mayores que no tienen prepaga a hacer filas eternas a centros saturados. “La campaña de vacunación en la Ciudad es un desastre y los responsables tienen que dar respuestas”, denunció el senador Mariano Recalde.
La estrategia de la Ciudad es incomprensible por donde se pueda mirar. Debido a la demora en la distribución de vacunas, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la Ciudad denunció que el 50% de los trabajadores esenciales de los hospitales porteños “no está vacunado”.
Como consecuencia del estado de situación, fallecieron dos médicos de la Ciudad en los últimos días, hecho que profundizó el debate sobre la estrategia de vacunación que lleva adelante el Gobierno porteño. Ambos profesionales de salud murieron mientras aguardaban su turno para ser vacunados.
Como si no fuese suficiente, la Ciudad se ubica entre los tres distritos con más contagios de covid en las últimas 24 horas. Larreta y Quirós deben acelerar y corregir su estrategia de vacunación si no quieren convertirse en el distrito con menor índice de población inoculada en la llegada del otoño.
En el mismo sentido, de los 24 distritos, el porteño fue el último en confirmar que va a vacunar docentes, pese a haber sido el primero en comenzar las clases a lo largo y ancho del país. Como parte de las excusas, la semana pasada el ministro Fernán Quirós, salió a reclamar que les den más vacunas y criticar el criterio en proporción a la población, para exigir que se haga por población objetivo, donde la Ciudad podría recibir más dosis.
Pero la denuncia fue refutada desde el Gobierno bonaerense, que respondió con gráficos que muestran que la Ciudad está al tope de la lista y con un promedio incluso mayor al que le corresponde.
Ni sustentable ni más amplio: el transporte se achica y privatiza aún más
El subte reabrió nuevas estaciones de la red y estableció que en cada coche podrán viajar parados hasta 15 pasajeros. De esta forma, quedarán operativas 60 de las 90 estaciones de la red para uso exclusivo de trabajadores y trabajadoras esenciales, docentes y alumnos, la reapertura responde a las nuevas necesidades de los usuarios que, actualmente, representan aproximadamente un 20% del total de pasajeros en relación con el año 2019.
Ahora bien, tratándose de transporte, siempre hay conflicto y los trabajadores de la Línea B, nucleados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Metrodelegados), realizaron el jueves pasado un paro debido a que la empresa decidió romper las burbujas sanitarias. “Esto nos llevó a una mayor exposición al contagio de coronavirus y tenemos varios compañeros positivos. Al usuario tampoco se lo protege”, explicó el dirigente sindical Daniel Erviti.
“Queremos mayor frecuencia y que se incorpore personal, o se haga el corrimiento necesario para cubrir lo que haga falta”, añadió y recordó que el problema del asbesto tampoco fue resuelto. De hecho, recordó que “en la línea B ya tenemos un compañero fallecido con el tema del asbesto y -agregó- también hay otro que tiene cáncer terminal de pulmón”.
La problemática del transporte se extiende a otro tema de larga data, el de las Ecobicis. La Ciudad, rompiendo la promesa de convertirse en una urbe sustentable, puso el sistema de bicicletas en manos privadas y castigó principalmente a los barrios del sur, pese a que en la Legislatura se había exigido que por lo menos el 10% se instale en aquella zona y el Gobierno se había comprometido a hacerlo.
No obstante, la única ejecución al respecto fue el cierre de 20 estaciones en el sur y el hecho derivó en una denuncia de la oposición para que se restablezcan las terminales y se garanticen las 4 mil bicicletas comprometidas por contrato.
Tras más de un año de reclamos, no sólo no existen avances sino que el Ejecutivo porteño anunció que los fines de semana serán aranceladas y para usar las bicicletas una hora diaria cobrarán $700 mensuales Los residentes podrán usar el sistema de lunes a viernes seleccionando el pase gratuito.
En este marco, el gobierno de la Ciudad aseguró que reinstalará 30 estaciones que se suman a las 200 actuales y prometió que priorizará entornos escolares y de hospitales, comprometiéndose a que el 40% de las estaciones vuelvan a estar operativas en el sur de la Ciudad. Esperemos que éstas no sean sólo promesas mediáticas…y puedan cumplir.
La carrera hacia menos espacios públicos
El auge de las privatizaciones se expande por toda la Ciudad, por ello la Comuna 14 fue denunciada penalmente por la cesión de un espacio público a un actor privado. Se trata de la plazoleta Luna de Enfrente, ubicada en Soler y Gurruchaga en el barrio porteño de Palermo. Vecinos de la zona lanzaron una cuenta en twitter para denunciar la apropiación por parte de la prestigiosa parrilla Don Julio.
Por su parte, también a través de las redes sociales, la legisladora del Frente de Todos Maru Bielli denunció la privatización del anfiteatro en Parque Centenario que se está alquilando para espectáculos privados que cobran la entrada entre $700 y $1500. En uno de los principales parques públicos de la Ciudad, los shows privados se quedan con su beneficio.
“Se privatiza un espacio público privando de la cultura a quienes no pueden pagar una entrada. Esto se suma al recorte presupuestario en cultura para este año en la Ciudad. La pandemia dejó en evidencia la necesidad de discutir el acceso al espacio público y la importancia del ejercicio del derecho a la cultura en todo momento, mucho más en situaciones como la actual”, explicó la legisladora.
Por su parte, la gran privatización en marcha sigue en pie. Así lo dejó entrever Rodríguez Larreta durante la apertura de las sesiones legislativas de la semana pasada, sin tener en cuenta el fuerte rechazo ciudadano de las audiencias públicas de diciembre y enero sobe el proyecto por la rezonificación de Costa Salguero.
Legisladoras, legisladores y organizaciones sociales alertaron sobre los indicios del plan para terminar de privatizar la costanera y, una vez más, las organizaciones vecinales y ambientalistas salieron a la calle para rechazar la venta del predio de Costanera Norte para emplazar allí proyectos inmobiliarios.
Ciudad injusta, privada y cruel
Lamentablemente para el neoliberalismo, donde existe lo público nace un negocio. Así nos encontramos con una Ciudad cada vez más privada, de derechos, de oportunidades, de presencia del Estado y de cuidado a las personas más vulnerables. El límite lo venimos señalando hace tiempo, si el ámbito público no puede ser una oportunidad especulativa, la salud jamás puede ser un negocio.
En el mayor de los grados de crueldad, la lógica privatizadora ve a los adultos mayores como un gasto. Por eso maltratan a las personas más vulnerables que no tienen una prepaga, por eso deciden que su vida es de segunda o de tercera, haciéndolos padecer colas insoportables para poder acceder a la ansiada vacuna. Esta Ciudad está gobernada por una lógica que no soporta la equidad, la igualdad y la búsqueda de Justicia Social, por eso esta ciudad es cada vez más injusta, más privada y más cruel.