Newsletter N° 31 – La receta no cambia: negocio con el acarreo, más ajuste para porteñas y porteños y brechas entre norte y sur
En los últimos días el gobierno de la Ciudad anunció un cambio en el escandaloso sistema de estacionamiento medido y acarreo de vehículos con el que busca cobrar el estacionamiento en todos los barrios porteños. Desde el Frente de Todos denuncian que se trata de una nueva estafa que beneficia a las dos empresas que tienen concesión desde el año 1990 y pagan un canon irrisorio a cambio de una recaudación millonaria.
Si al cuarto trimestre del año 2019, el ingreso promedio per cápita familiar era un 140% más alto en la zona norte de la Ciudad respecto a la zona sur, las brechas entre ambos extremos de Buenos Aires se extienden a todos los planos. El dengue y el Covid-19 son dos claros ejemplos que castigan con mayor fuerza a los barrios más vulnerables, en especial de las comunas 4 y 8.
La novela por la quita de fondos sigue y ahora será utilizada como justificación para ajustar en distintas áreas, una de las principales es la recolección de residuos con un nuevo esquema sin feriados ni fines de semana.
Acarreos, cánones irrisorios y ganancias millonarias
El gobierno de la Ciudad presentó un proyecto de ley para cobrar el estacionamiento en todos los barrios porteños, por el que los espacios tarifados pasarán a 80 mil y las grúas llegarán a todas las comunas. El nuevo sistema será 100% digital, ya que se retirarán todos los parquímetros y terminales de tickets del ámbito porteño en el que rige el estacionamiento medido.
Ahora bien, con esta iniciativa vuelve a ponerse en debate el sistema de estacionamiento y el rol de las grúas de acarreo. Si durante la pandemia a nivel nacional hubo una serie de medidas para alivianar el derrumbe de los ingresos, en la Ciudad Horacio Rodríguez Larreta tomó decisiones contrarias o nulas. Mientras regía todavía la cuarentena estricta, la Secretaría de Transporte porteña decidió restablecer el sistema de grúas y acarreo de vehículos, sin contemplar la complejidad coyuntural que convirtió al uso del auto en algo esencial y prácticamente obligatorio.
En este sentido, y con el nuevo proyecto de ley, la política de acarreo se vuelve más agresiva y con la nueva normativa impulsada buscan extender las grúas a toda la Ciudad. El año pasado, Dakota-STO y BRD-SEC, las dos empresas que operan con concesión vencida hace dos décadas, ganaron $600.000 por día y este año el ingreso diario subió casi $200 mil más.
Lo correcto sería que parte de ese dinero vuelva al Estado porteño, en concepto de canon, pero no es así. Por el contrario, cada una de las compañías abona $55.000 mensuales al Estado, apenas un sexto de lo que ganan sólo en un día. Pero si contemplamos que este año se vienen levantando cerca de 270 vehículos por día y el acarreo aumentó de $1800 a $3000, la ganancia asciende a $810.000.
Con este proyecto de ley, se habilita el llamado a una licitación para dividir el territorio y entregar la operación de cada sector a empresas diferentes. Desde el Frente de Todos advirtieron que se trata de una nueva estafa con un “mero afán recaudatorio” y consideraron que “llevar grúas a todos los barrios es la extensión de la concesión más escandalosa de la historia de la Ciudad”, en relación a las dos empresas que desde 1990 recaudan millones pagando un canon insignificante en relación a sus ganancias.
Entre las operaciones de estas compañías, preocupa que tienen por parámetro el acarreo de entre 10 y 11 mil autos por mes, por lo que para alcanzar este número, las grúas salen a la “caza” de vehículos para cumplir con la cuota diaria establecida.
Desde la oposición recordaron que la Ciudad debería desincentivar el uso de vehículos particulares a través de la extensión de la red de subte, sin embargo, todos los planes de expansión están paralizadas. Por eso, propusieron el llamado a una consulta popular para que los vecinos de la Ciudad decidan sobre el futuro del estacionamiento medido.
Las brechas siempre castigando al sur
La desigualdad entre el norte y el sur de la Ciudad de Buenos Aires no estuvo exenta en el escenario que se desplegó a causa de la pandemia del Covid 19. Según un estudio realizado entre porteños y porteñas para detectar anticuerpos, se confirmó que los contagios tienen el triple de riesgo de propagarse en la zona sur de la Ciudad.
Uno de cada nueve residentes se contagió en el sur, contra uno de cada 25 en el norte. La investigación también demostró que solo un 4% de los residentes de los barrios del norte habían cursado la enfermedad y en septiembre el porcentaje crecía al 7,2% en la Zona Centro y 11% en la Zona Sur. De hecho, el oficialismo incluso reconoció que la situación habitacional o las falencias en materia de vivienda influyó mucho el progreso del virus.
Las brechas entre el norte y el sur se replican en distintos planos. Tampoco el virus que transmite el mosquito Aedes Aegypti no golpea a todos por igual, los barrios del sur también se ven más afectados por el dengue producto de la desigualdad económica y la pobreza. Este virus, que se refuerza en el verano, empieza a encender nuevas alarmas ya que este año tampoco se tomaron las medidas preventivas necesarias.
De hecho, en 2020 la Ciudad de Buenos Aires atravesó el peor brote epidémico de dengue en su historia, superando el pico del año 2016. Pese a ello, y sin considerar las implicancias en los barrios más vulnerables, Horacio Rodríguez Larreta publicó dos resoluciones para rescindir los convenios de monitoreo de mosquitos y criaderos vigentes con la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. Por lo que se espera que la epidemia este verano sea aún peor.
No dista el escenario en materia de empleo, pobreza y mortalidad. La desigualdad que viven más de 700.000 porteñas y porteños del sur es cada vez peor y las brechas respecto al norte se acentúan cada día más. La mortalidad infantil, a lo largo del macrismo creció en toda la Ciudad, se profundizó y llegó al 10,4% en Lugano, Soldati y Riachuelo, barrios en los que más se utiliza y necesita del sistema de salud público pero no cuentan con un solo hospital. Brechas que no pareciera que el Ejecutivo Porteño tenga intención de revertir.
Menos servicios, más ajustes y más incremento del ABL
Pese a jactarse sistemáticamente de los presupuestos con superávit en la Ciudad más rica del país, el Gobierno porteño utiliza la quita de coparticipación para rever contratos vigentes en servicios públicos y proyectos que no representan su prioridad.
Una de esas actividades es la recolección de residuos, que actualmente cuenta con un contrato anual de $30.000 millones y desde el Ejecutivo quieren reducir en $3000 millones, con un nuevo esquema de recolección para dejar de recoger los residuos los feriados y los fines de semana.
No es la primera vez que el Gobierno porteño recorta sobre el sistema de recolección de basura, de hecho el 1ro de mayo del año pasado la Ciudad quedó llena de basura debido a que Rodríguez Larreta decidió aprovechar ese feriado para hacer un recorte presupuestario, que produjo un conflicto con el Sindicato de Camioneros a cargo de los residuos.
Entre otros ajustes previstos en el próximo presupuesto, también llegaría a contratos gastronómicos, provisión de servicios, mantenimiento y limpieza de edificios, entre otros casos. Mejor deberíamos referirnos a los nuevos ajustes, ya que los ajustes en Salud, Educación y políticas sociales son permanentes desde que el Pro arribó a la Ciudad en 2007.
Si cada año el ajuste y el superávit son las metas constantes en esta gestión, el aumento desmesurado del ABL no está exento de esta lógica en la Ciudad. Recordemos que el año pasado se determinó que la tasa de ABL tenga un ajuste de acuerdo con el índice de inflación y esta medida no fue modificada ni suspendida a lo largo de la Emergencia Sanitaria del Covid-19.
Martín Lousteau, el nuevo y firme aliado del Jefe de Gobierno porteño, en clara carrera por sucederlo, ya amenazó en un discurso en el Senado que la quita de la coparticipación recaería en todas y todos los porteños con la duplicación del ABL y patentes. Cabe preguntarse entonces por el promocionado superávit. Evidentemente, si lo han visto en Uspallata, nadie lo recuerda.
Cómo hacer negocios con menos presupuesto
Aún no fue presentado el Presupuesto 2021 y el Gobierno porteño ya deja ver algunos de los lineamientos que definirán la gestión de Larreta. Hasta el momento, el Jefe de Gobierno tuvo la posibilidad de mostrarse con un presupuesto millonario, apoyado en un superávit que no fue magia, sino que fue producto de los favores que su antecesor Mauricio Macri le hizo desde Nación y que fueron utilizados para fortalecer los negocios y la especulación.
En todo ese período, se siguieron favoreciendo los amigos del oficialismo porteño, los impuestos fueron una constante y la profundización de las brechas entre el norte y el sur se consolidó. Ahora, con menos recursos, pero más proyectos especulativos por delante, los costos del festival recaerán con más fuerza sobre las porteñas y los porteños a través de políticas recaudatorias carentes de gestión. Si el acarreo se extiende por toda la Ciudad, el ajuste se expande sobre todas las áreas.