NEWSLETTER N° 28 – Negocios con pronto despacho vs. demandas sin respuesta
En la Ciudad de Buenos Aires más de un millón de personas padecen el déficit habitacional, que se ha potenciado en los últimos 14 años con la gestión macrista al frente del Ejecutivo porteño. Desde la pesadilla de quienes accedieron a la casa propia a través de los créditos UVA, hasta quienes se someten infinitos problemas para acceder al alquiler. Quienes peor están son las personas en situación de calle, sin respuesta alguna desde el gobierno de la Ciudad.
Como contracara, la respuesta del equipo conducido por Horacio Rodríguez Larreta es generar negocios donde existen necesidades. Se trata de oportunidades que pudieron haber ofrecido soluciones habitacionales a quienes las necesitaban, pero se convirtieron, en cambio, en negocios inmobiliarios. Sigue la novela de la Costanera Norte, se propone un proyecto alternativo para crear más espacios verdes, accesibles para todas y todos los ciudadanos que habitan nuestra Ciudad.
En tanto, trabajadores y trabajadoras de áreas extremamente sensibles, como la Educación, la Salud, la recolección de basura o controladores de tránsito suman cada vez más demandas, se movilizan y reclaman por sus derechos laborales. La respuesta es nula, sólo un mensaje en redes sociales del Jefe de Gabinete Felipe Miguel, que se contradice con todas sus políticas, y fue rechazado por el arco opositor y el personal de salud.
La emergencia habitacional y la carencia de políticas públicas del oficialismo
Más de un millón de personas tiene necesidades habitacionales frente al déficit o las serias problemáticas en el acceso a la vivienda actualmente en la Ciudad de Buenos Aires. Las soluciones unidireccionales del Gobierno porteño no contemplan la multiplicidad de aristas que tiene el problema y las respuestas complejas que exige.
Asimismo, en algunos casos, las políticas del Poder Ejecutivo resultan discrecionales. Tal es el caso de la Ley de Urbanización del Playón de Chacarita, donde se construyeron 678 departamentos para relocalizar a las familias del Barrio Fraga pero apenas se entregaron 96 unidades, motivo por el que vecinas y vecinos denuncian entregas “a dedo”.
Las perspectivas no son mejores para las familias de la Villa Olímpica, que pasaron del sueño de la casa propia a vivir una real pesadilla por el alto costo de los créditos UVA, que si bien ahora dejaron de subir atados al dólar, se suman a los problemas de infraestructura y tarifazos en servicios.
Por su parte en la Legislatura la oposición presentó diversas iniciativas. Respecto a los alquileres, la legisladora Lucía Cámpora, apoyada por comuneros y comuneras, impulsó un proyecto de ley para crear una Oficina Comunal de Atención y Orientación sobre Alquileres en cada una de las 15 comunas de la Ciudad.
Cabe destacar que el acceso a la vivienda en la Ciudad de Buenos Aires es un eje con problemáticas diversas y el espectro de porteños y porteñas que alquila es cada vez más grande, si en 2006 la tendencia de alquileres era del 27%, hoy alcanza el 35%.
Desde el Frente de Todos proponen un programa de viviendas con el objeto de atender el escenario habitacional de las personas en situación de calle, dando prioridad a familias con niños, personas con discapacidad o que sufran violencia de género.
El negocio inmobiliario como prioridad
Donde existe una necesidad, nace un negocio. Ese parecería ser el slogan de Horacio Rodríguez Larreta y la política del Pro desde hace casi 14 años. Entre las múltiples oportunidades (des)aprovechadas por el Jefe de Gobierno durante la pandemia, se le ocurrió crear una especie de Airbnb universitario con precios dolarizados.
La denominación del proyecto enviado a la Legislatura es “Régimen de Promoción para Residencias de Estudiantes”, mediante el cual se ofrecen fuertes exenciones impositivas a empresas y fideicomisos que desarrollen inversiones vinculadas a la construcción y remodelación de este tipo de establecimientos.
Si bien la propuesta parte desde la perspectiva de Buenos Aires como una ciudad universitaria, ya que existen 50 instituciones de educación superior en la que se forman cerca de 575 mil estudiantes, pero se sustenta en la lógica de un boom privado de residencias estudiantiles con la intención de seguir encareciendo el costo de la vivienda al mejor estilo Airbnb, puesto que el proyecto no distingue entre residencias que cobran en dólares porque reciben extranjeros y las que tienen precios en pesos porque están destinadas a estudiantes nacionales. Por ello desde la oposición denuncian que menos del 1% de los estudiantes pueden acceder a esta modalidad de hospedaje.
Este modelo especulativo se reproduce. Como vimos la semana pasada, a principio de mes la Legislatura habilitó el primer paso para construir un barrio náutico exclusivo en Costa Salguero, como continuidad de los emprendimientos suntuarios de Puerto Madero, que proyecta levantar torres de lujo privatizando el acceso al Río de la Plata y vedando a la población el disfrute costero.
Como propuesta alternativa, un colectivo de especialistas de más de 120 organizaciones, asambleas y espacios sociales y políticos viene elaborando otro destino para la Costanera Norte. La iniciativa fue bautizada “Parque Nuestro Río” y propone la creación de un parque, una reserva ecológica y un centro educativo en agroecología urbana.
“El de Larreta es un proyecto de densificación constructiva en todo lo que es el borde costero construyendo doce edificios que van a tener entre 18 y 29 metros de altura, destinados a un sector de la población con mayores recursos económicos”, explicó la ingeniera María Eva Koutsovitis, coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria.
Reclamos gremiales que representan la situación en áreas sensibles
Esta semana distintos sectores que representan la salud, la educación y el empleo público se movilizaron en señal de protesta al Gobierno porteño. A una semana del anuncio del plan de revinculación de los estudiantes de 5° año y 7° grado, los docentes agrupados en el sindicato Ademys anunciaron un paro de 48 horas contra la medida.
La semana pasada los gremios docentes ya habían encabezado otra medida de fuerza en rechazo a la apertura de las escuelas, considerando que todos los días hay un nuevo récord de casos de Covid-19 y por lo tanto resulta contradictorio volver a las clases presenciales.
Trabajadoras y trabajadores de enfermería también hicieron una protesta, en este caso con acampe frente a la Jefatura de Gobierno, en reclamo del reconocimiento de la profesión y de mejoras en las condiciones laborales. Recordemos que hace apenas unas semanas, enfermeras y enfermeros de la Ciudad se movilizaron para exigir su jerarquización profesional y la respuesta del Gobierno porteño fue reprimirlos.
Lo curioso, en esta oportunidad, fue la respuesta del Jefe de Gabinete, Felipe Miguel, quien llamativamente publicó en sus redes sociales el siguiente mensaje: “Perfil bajo y vocación de servicio. Tengamos siempre presente el esfuerzo de los médicos, enfermeros y todo el sistema de salud de CABA dentro de los hospitales. Respeto y admiración”. Claramente los mensajes en respuesta recordándole que los enfermeros no son considerados profesionales de la salud no se hicieron esperar.
Los Agentes de Tránsito de la Ciudad también se movilizaron luego de un fallo judicial que dictaminó, nuevamente, que el gobierno porteño no cumple con una medida cautelar dictada en noviembre pasado para otorgar medidas de seguridad que garanticen su vida e integridad física. El fallo indicaba, a su vez, que los agentes que habían sido despedidos en enero debían ser reincorporados y que quienes estaban en condiciones de precarización debían ser pasados a planta permanente.
Por último, el Frente de Todos impulsó un proyecto de ley para que el Gobierno porteño ordene a las empresas concesionarias de recolección de residuos que se hagan cargo de la limpieza de los uniformes de trabajo del personal, ya que actualmente no lo hacen y representa un peligro para las trabajadoras y los trabajadores, particularmente en pandemia.
Otra semana de prioridades en el mundo del revés
Son cada vez más los porteños y porteñas que deben alquilar, si no es que quedan en situación de calle, urge en tiempos de crisis sanitaria, social y económica, que el Gobierno de la Ciudad empiece a generar políticas activas en conjunto con los gobiernos comunales. Estos derechos son prioritarios, jerarquizados por la propia Constitución Nacional y la porteña. El déficit habitacional debe ser resuelto. No hay más lugar para los negocios y la especulación.
En el mismo sentido sería fundamental comenzar a atender los reclamos gremiales, que además de reflejar la vulneración de derechos laborales, expresan un malestar social en áreas extremadamente sensibles. Responder a sus demandas, es atender las necesidades de los habitantes de la Ciudad. Al igual que escuchar la propuesta de un parque público en Costanera Norte, redundará nada menos que poner en uso y disfrute irrestricto un espacio para el conjunto de la ciudadanía.