ENTREVISTA A NAYLA LOITEGUI, COMUNERA DE LA COMUNA 8
“LAS PRIORIDADES DE RODRÍGUEZ LARRETA NO SON LAS MISMAS QUE LAS DE LOS Y LAS VECINAS”
Una comuna de tradicional raíz peronista dentro de la Ciudad de Buenos Aires tiene la particularidad de ser una de las dos (junto con la Comuna 4) en ser gobernadas desde diciembre del año pasado por el Frente de Todos, con el desafío de llevar adelante desde la Junta Comunal los reclamos de los vecinos cansados de la gestión del PRO, que relega históricamente al sur porteño, y marcar las diferencias de gestión.
Compuesta por los barrios de Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano, la Comuna 8 representa cabalmente al postergado sur profundo de la Ciudad de Buenos Aires.
Con diversidades y contrastes contiene algunos de los barrios con complejos de edificios más antiguos y extendidos de todo el tejido urbano porteño, junto con casas bajas y barrios populares.
Las necesidades de vecinos en infraestructuras y servicios, así como la exigencia de equiparar la enorme desproporción histórica de la atención gubernamental local respecto de las comunas del norte son temas salientes tratados por la comunera Nayla Loitegui, en diálogo con Proyectar Ciudad.
El 10 de diciembre pasado asumiste como comunera en la Comuna 8, donde el Frente de Todos ganó la presidencia de la Junta Comunal, ¿qué análisis hacés de ese resultado?
Tenemos el orgullo y la responsabilidad de presidir por primera vez la Junta Comunal desde nuestra fuerza política, y creo que eso tiene que ver con los mayores niveles de conciencia de nuestros vecinos y vecinas sobre el abandono que sufre el sur de la Ciudad por parte del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Los y las ciudadanas de la Comuna 8 se encontraron en una situación en la que el Estado porteño no los cuidaba y esto se veía agudizado por el ajuste realizado por el gobierno de su misma fuerza política, el de Mauricio Macri, a nivel nacional.
Y es así que depositaron su confianza en la fuerza política que estuvo en cada barrio de nuestra comuna, organizando y acompañando a los y las vecinas en un momento crítico para nuestro pueblo.
Muchas veces remarcaron el trato desigual del Gobierno de Ciudad en cuanto a la gestión entre las distintas comunas. ¿Por qué pensás que la Ciudad de Buenos Aires, la más rica del país, es también la más desigual?
La desigualdad de los barrios del sur con respecto al norte de la ciudad es histórica, pero a esto se le suma la decisión política de parte del Gobierno de la Ciudad, tanto en las gestiones de Macri como en las de Rodríguez Larreta, de no revertir dicha situación y dar respuestas concretas a las demandas de nuestras comunas en cuanto al acceso a la vivienda digna, a la urbanización de los barrios populares, al trabajo, a la salud y a la educación pública de calidad. Es una cuestión de prioridades que la Ciudad debe modificar para reparar esta brecha que vulnera y excluye sistemáticamente. Hasta que eso no suceda, nos seguirán tratando como ciudadanos de segunda.
¿Qué diferencias notas entre las comunas del Norte y del Sur? ¿Cuáles crees que son las prioridades del gobierno de Rodríguez Larreta?
Para la gestión de la Ciudad, los y las que vivimos en el sur somos ciudadanos de segunda. En cada detalle se ve plasmada esa noción. Desde algo tan simple, como la reposición y limpieza de los contenedores de basura o las luminarias obsoletas, que en toda la ciudad fueron reemplazadas por led, hasta cuestiones más estructurales como una red de transporte deficiente, con la peor línea de subte de toda la Ciudad (línea E), a la que se accede con el premetro, otro medio de transporte totalmente obsoleto.
(Premetro de la Ciudad de Buenos Aires)
Por último, y es algo fundamental, hace quince años tenemos una ley que exige la creación de un hospital para nuestra comuna, hace diez se empezó a construir el Cecilia Grierson y, a pesar del decreto sacado en medio de la pandemia que lo declara hospital, toda la comunidad sabe que no están garantizados los servicios mínimos para que lo sea y pueda brindar la atención a las más de 200.000 personas que viven en nuestra Comuna 8.
(Hospital General de Agudos “Cecilia Grierson”)
Si tuviera que decir cuáles son las prioridades del gobierno de Rodríguez Larreta diría primero que no son las mismas que las de los y las vecinos de la Ciudad, justamente porque no pone a la ciudadanía y sus necesidades en el centro de la escena, y sí prioriza los negocios, el marketing y promueve una falsa participación vecinal, sin escuchar verdaderamente lo que pasa y reclaman los vecinos y vecinas.
¿Cómo está afectando la pandemia a los barrios más vulnerables? ¿Con qué herramientas de la ciudad cuentan hoy para contener la enfermedad y las consecuencias que genera?
La pandemia en nuestros barrios populares desnudó las problemáticas estructurales que venimos denunciando hace muchísimos años: las condiciones de hacinamiento en la que viven muchísimxs de nuestros vecinos y vecinas, la falta de servicios públicos esenciales de calidad, como el agua potable y la electricidad, y la falta de insumos y de personal en nuestros centros de salud para dar respuesta a las innumerables demandas de una población que se atienden en su mayoría en el sistema público de salud, entre otras cuestiones.
A esto se le suma la crítica situación económica de las familias, luego de cuatro años de ajuste y empobrecimiento, por parte del macrismo a nivel nacional, que impiden que puedan comprar alimentos y productos de higiene necesarios para garantizar el aislamiento social en condiciones dignas.
Frente a esta situación de emergencia, el Gobierno de la Ciudad no ha tenido una sola política extraordinaria para acompañar a los y las vecinas a transitar esta pandemia, como si lo ha hecho el Gobierno Nacional. Aquí no hemos tenido aumento de subsidio habitacional, no ha habido ningún subsidio especial para trabajadores y trabajadoras informales que se vieron impedidxs de continuar su tarea, ni para las mujeres e hijos/as víctimas de violencia de género, que se han visto obligadas a dejar su hogar por dicha situación.
En cuanto a la cuestión alimentaria, los aumentos de raciones en los comedores que dependen del Programa de Fortalecimiento a grupos comunitarios, han estado muy por debajo de lo reclamado por dichos espacios, en función del gran aumento de la demanda que han tenido. A esto se le sumó el reclamo de muchísimos merenderos y comedores no oficiales, que hacen dicha tarea de manera solidaria y a pulmón, quienes han solicitado la asistencia, con alimentos secos y productos de limpieza, y no se les ha dado respuesta.
En lo que respecta a la continuidad educativa y pedagógica de niños, niñas y adolescentes, la falta de conectividad en los barrios populares, por la falta de red y de dispositivos móviles, atenta contra el derecho a la educación de los mismos. Y en este tema, una vez más, la respuesta de la Ciudad ha sido en función de sus intereses y no en el de las familias, al proponer exponer a contagios a esos chicos y chicas, yendo a la escuela únicamente para hacer uso de una computadora dos horas a la semana.
Otro elemento a destacar fue el impulso dado desde las organizaciones sociales, y en articulación con la Comuna, a la creación de mesas de crisis en los distintos barrios de la 8, en los que participan, además, otras instituciones del barrio, como los Centros de Salud y Acción Comunitaria (Cesac), iglesias y escuelas; y el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), para poder abordar de manera conjunta las distintas problemáticas a atender en el marco de la pandemia. Así, con mucha organización de por medio, pudimos conseguir la implementación del Operativo DETeCTAr para las villas de Soldati, ubicado en el Barrio Ramón Carrillo, que se sumó a los otros dos operativos que funcionan en nuestra Comuna (Villa 15 y Villa 20), y garantizar en cada barrio la entrega de bolsones alimentarios a las familias que peor la están pasando, a lxs adultxs mayores y a los contactos estrechos.
Es importante resaltar el rol esencial que han tenido las organizaciones, y que hemos acompañado desde la comuna, en cada barrio en el marco de esta pandemia. Son ellas las que han garantizado un plato de comida caliente, las que han aportado a la búsqueda activa de casos sospechosos, la que ayudan a garantizar la llegada de los bolsones alimentarios a los contactos estrechos y a las familias en general. La solidaridad y el compromiso de las organizaciones populares es la contracara de un Estado de la Ciudad que olvida y excluye a nuestros barrios.
¿Qué crees que se podría hacer para mejorar la comuna, que hace falta priorizar de manera urgente en los distintos barrios que integran la comuna?
Necesitamos que el sur de la ciudad vuelva a tener futuro. Para esto es indispensable generar políticas públicas que reparen las desigualdades históricas entre el norte y el sur, y eso solo lo hará un gobierno con la sensibilidad social y el compromiso político necesario para poner a nuestros vecinos y vecinas y sus demandas en el centro de la escena.
Necesitamos un hospital para nuestra Comuna 8, más escuelas para nuestros niños y niñas, la integración urbana de nuestros barrios populares, a partir de la urbanización real de los mismos, con todos sus servicios garantizados. Es urgente también una política integral de obras para los complejos habitacionales, que se encuentran en una situación alarmante. Necesitamos fortalecer el Centro Integral de la Mujer “Minerva Mirabal”, y tener un nuevo Centro Integral de la Mujer (CIM), con los recursos humanos y económicos necesarios para atender las innumerables problemáticas de las mujeres y disidencias de nuestra Comuna.