ENTREVISTA A FERNANDO MOYA, COMUNERO DE COMUNA 10
“El mal diagnóstico y tratamiento que el Gobierno de la Ciudad hizo con el dengue lo vuelve a repetir con el coronavirus”
En diálogo con Proyectar Ciudad, el Comunero de la Comuna 10 expresa las principales problemáticas del territorio, como el mantenimiento del espacio público, la infraestructura de los colegios y hospitales públicos.
La Comuna 10 -que concentra a los barrios de Floresta, Monte Castro, Vélez Sarsfield, Versalles, Villa Luro y Villa Real- se enfrenta a una preocupante situación ligada a la atención sanitaria: con un solo hospital para sus más de 170 mil habitantes, ha tenido que hacerle frente al dengue y al coronavirus.
Además, la desmesurada construcción de edificios ha dado lugar a nuevas problemáticas, como la falta de escuelas y jardines maternales, así como un fuerte impacto en el medioambiente y la cantidad de espacios verdes por habitante.
Fernando Moya, Comunero de esta sección de la Ciudad de Buenos Aires, ha conversado con Proyectar Ciudad sobre las necesidades y demandas de los vecinos y las vecinas.
¿Cómo fue afectada la comuna por la epidemia del dengue?
Asumimos el 10 de diciembre y lo primero que tuvimos fue una alerta temprana sobre un posible brote de dengue muy alto como el de 2016, que luego efectivamente ocurrió, pero todavía no se sabía nada del coronavirus. Esto analizamos en la primera reunión formal en enero para definir responsabilidades, ya que no se estaban cumpliendo el protocolo para dengue ni la fumigación intradomiciliaria, que es lo que frena los focos. Lamentablemente tuvimos entre las comunas de la Ciudad una gran cantidad de casos de dengue. Nuestra comuna fue la cuarta en cantidad de casos pero con la gran diferencia respecto de las del sur que no tenemos asentamientos precarios, sino que contamos con todos los servicios e infraestructura. Por eso, queda claro que el brote de dengue responde a una falla de detección, prevención y mitigación del Estado porteño. Esto se lo marcamos constantemente al presidente de la Junta Comunal y luego, tarde, se comenzaron a fumigar domicilios con una o dos cuadrillas que fueron insuficientes. Incluso lo reforzamos con cuadrillas de control de vectores desde Nación debido al descontrol de los casos.
Los casos de Coronavirus llegaron un poco más tarde a la Comuna 10, ¿por qué crees que sucedió?
Es cierto, pero con el coronavirus estamos viviendo en realidad lo mismo que mencionaba respecto del dengue. A la fecha, todavía no llegó el Operativo Detectar en la Comuna 10. Es posible que tengamos pocos casos en Villa Real y Versalles en relación a otros barrios, por la poca circulación de gente y son barrios de mucha población de personas mayores que permaneció en cuarentena y tampoco existen allí un centro comercial tan concentrado. En cambio en Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro es distinto por los hoteles y pensiones familiares, en los que tenes contagios por hacinamiento. La mayor complejidad es que no hay una distribución delimitada en el territorio de estas viviendas, sino que son lugares informales, dispersos, mayoritariamente no declarados, y por eso se necesita un doble compromiso por parte del Gobierno de la Ciudad. Así, en los inmuebles que comparten baños, cocinas y otros espacios comunes y donde se han realizado hisopados de contactos estrechos de 2 o 3 infectados, hemos llegamos a encontrar hasta 40 casos positivos cuando fuimos a detectarlos a las pensiones familiares al momento de utilizar el dispositivo DetectAR desde Comuna 7. Por eso pensamos que el número bajo de nuestra comuna tal vez tenga mucho que ver con falta de detección. Vamos a ver los resultados del test de Seroprevalencia que comenzará en unos días. Lo real es que existe un nivel de positividad del 50-60 por ciento, que es altísimo e indica que hay muchos más contagiados no testeados. Es por esta razón que seguimos exigiendo la puesta en marcha del Operativo DetectAR en nuestra comuna.
Además, el Hospital Vélez Sarsfield -el único de la Comuna 10- desde principios de julio registra todas las camas de coronavirus ocupadas. El mal diagnóstico y el mal tratamiento que el Gobierno de la Ciudad hizo con el dengue pareciera que vuelve a repetirlo con el coronavirus.
¿Por qué pensás que la Ciudad de Buenos Aires es el distrito más desigual del país?
La fuerza política que lidera la Ciudad de Buenos Aires va a cumplir su decimotercer año de gestión, con lo que no puede echarle la culpa a ninguna pesada herencia que no sea la recibida desde su propio espacio. Desde el Frente de Todos consideramos que es un proyecto que beneficia a una minoría y no tiene el objetivo de llevar adelante cambios estructurales respecto de las desigualdades, ya que, de hecho, las profundiza.
Desde el 20 de marzo venimos pidiendo alimentos para mitigar la situación de hambre de muchas familias de nuestra comuna a raíz de la pandemia. Lo pudimos contener con más de quince ollas populares realizadas por organizaciones políticas, sociales y clubes de barrio. La ausencia del Estado porteño estuvo muy marcada: nos dieron 20 bolsones de comida por mes nada más.
Como indicio de las prioridades del gobierno de la Ciudad vemos que mientras no envían los alimentos suficientes, en ningún momento detuvieron la rotura y reemplazo de veredas, sin siquiera consultar a la Comuna en dónde hacen más falta.
¿Entonces, cuáles crees que son las prioridades de Rodríguez Larreta?
Tienen que ver más que nada con cuestiones que puedan mostrar alguna acción del Estado sin que eso implique cambiar las condiciones estructurales de vida de la población. No hay ninguna medida que tienda a disminuir la desigualdad sino todo lo contrario. Esta situación se incrementa y se profundiza aún más en los momentos de crisis como el actual, a pesar de contar el mayor presupuesto per cápita de Argentina.
El caso de los jardines maternales es histórico; hace años que venimos pidiendo que construyan y no lo hacen, al igual que con los hospitales. Solamente están haciendo un jardín maternal pegado a la guardia del Hospital Vélez Sarsfield. Sin embargo, es un edificio de reemplazo, por lo que no incorpora nuevas vacantes.
Las obras de ampliación de la guardia del hospital Vélez Sarsfield tampoco incorpora nuevas camas, por lo que no mejoran estructuralmente las condiciones en materia de salud a los vecinos ya que serán derivados a otros hospitales. Por eso pedimos la urgente construcción de un CEMAR en nuestra Comuna. Finalmente terminan siendo las organizaciones de la sociedad civil con centros de salud mental o control de adicciones a través de fundaciones quienes terminan reemplazando con su labor comunitaria la función indelegable del Estado.
¿Qué otras falencias se evidenciaron a raíz de la pandemia?
En este contexto de cuarentena, en particular en nuestra comuna, tenemos muchas construcciones de casas bajas, propiedades horizontales, y lamentablemente siguen autorizando la construcción en altura y de edificios torres, sin una adecuada evaluación del impacto ambiental en la estructura existente en la Ciudad.
La mayoría de los edificios nuevos son puramente eléctricos, lo que dispara el consumo de energía. Como consecuencia, tenemos cortes intermitentes de forma permanente por parte de la empresa Edesur. Esto en la cuarentena resulta terrible porque muchas veces no hay luz y tampoco agua, ni cable, ni posibilidades de cocinar en algunas construcciones -con lo que eso implica sanitariamente-.
Otro problema es la obra inconclusa y paralizada del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, que corre transversalmente en la zona de vías, entre Liniers y Flores, comprendiendo nuestros barrios de Villa Luro, Vélez Sarsfield y Floresta.
En la calle Venancio Flores, entre Goya y Segurola tenemos vecinos con generadores prendidos todo el día con ruido permanente, con vibraciones en sus casas y el Gobierno de la Ciudad no da ningún tipo de respuestas de la contaminación sonora y ambiental. Cuando comenzaron a hacer la obra de soterramiento inundaron los frentes de esas casas y debieron instalar bombas con generadores que desde hace dos años, siguen sin proporcionarle una línea de corriente continua que evite la contaminación sonora y las vibraciones de la zona. Esperamos poder resolverlo en los próximos días a partir de gestiones ante EDESUR vía la Defensoría de la Ciudad.
Me parece que hay una cuestión muy importante que hay que destacar y es que ellos no creen en el gobierno de comunas, por eso no apuestan a la descentralización. Centralizan y concentran las decisiones en funcionarios que ni siquiera fueron votados por los vecinos y las vecinas. Aspectos como el espacio público deberían transferirse a los gobiernos de cercanía que conocemos las prioridades reales y poder tener las herramientas para dar las soluciones concretas. Un solo ejemplo: en el mes de febrero tuve que parar personalmente a la empresa Pose que por orden del EMUI estaba asfaltando la calle Gualeguaychu al 200-300 sobre área de protección histórica de Floresta o sea estaba incumpliendo la LEY y el Presidente de la Junta ni siquiera estaba informado. Si pudiéramos definir dichas obras desde la Comuna como el plan de veredas esto no pasaría.
¿Qué crees que se puede mejorar en la Comuna 10?
Apenas asumimos como comuneros, se electrocutaron dos personas y murió una perra en la Plaza Monte Castro, pese a que habíamos solicitado el estado de emergencia por el estado deplorable de nuestras plazas. Por eso hicimos un pedido de informes sobre el estado de mantenimiento de todo el tendido de alumbrado público, lo que no nos respondieron de manera verosímil.
Otra de las cosas para mejorar y como responsabilidad concurrente, es el mantenimiento de las escuelas públicas. Es muy deficiente y todo queda en manos de las cooperadoras escolares, lo que vuelve muy desigual la situación. No se construyen nuevas escuelas, en la “Escuela Rogelio Yrurtia”, el Gobierno de la Ciudad quiere imponer una primaria en un edificio que ya estaba planificado para la comunidad artística. La obra de la escuela de danzas Jorge Don quedó suspendida por la quiebra de la constructora a cargo y es una demanda que lleva más de diez años. Nuestra Comuna no es ajena a la falta de vacantes estimadas en más de 25000 en toda la Ciudad, consecuencia de no crear escuelas en más de 13 años. El año pasado recorrimos junto a Mariano Recalde y Lorena Pokoik algunas de las escuelas fantasma de Larreta.
Tenemos el conflicto del ex Hogar Roca en el que nos presentamos en la audiencia pública para pedir que el edificio no se venda y que a la vez no vuelvan a instalar allí una cárcel juvenil. Es una manzana completa en la que podría construirse un jardín maternal, un CEMAR que es un centro de Salud de mayor complejidad que un Cesac y que tenemos solo uno en Floresta, ademas de primaria, secundaria y oferta cultural y capacitación en oficios, gastronomía o en comercialización de acuerdo a las necesidades de los comercios e industrias de la zona. El predio está para uso y disponibilidad y la única propuesta del Gobierno de la Ciudad fue venderlo para un negocio inmobiliario privado. El espacio público se enajena para intereses privados y esto profundiza los problemas de infraestructura e incluso medioambientales por el exceso de construcciones nuevas.
Otra cosa para mejorar y fortalecer el trabajo desde la Comuna es el problema de la Sede. El edificio actual es un inmueble alquilado y no responde a las necesidades de nuestra Comuna (no tenemos servicio social zonal o servicio de controversias para consumidores, los comuneros no contamos con oficina y ni siquiera disponemos de computadoras propias, solamente una PC para seis comuneros en un espacio de 2 x 2. Pedimos que se aprovechara el cierre de la sede para acelerar las reformas pero tampoco lo hicieron). También tenemos el Ex predio Pepsi perteneciente al IVC de casi una manzana completa, abandonado en total estado de desidia, con denuncias de vecinos por usurpación, hechos que denunciamos el año pasado y no han dado ningún tipo de respuesta.
Para terminar, me gustaría resaltar que en nuestra comuna tenemos “el triste privilegio” de ser la Comuna con mayor cantidad de centros clandestinos de detención de la dictadura militar. De hecho, recientemente descubrieron otro sobre calle Bacacay que se suma a Automotores Orletti y Olimpo. Por eso, este año vamos a re impulsar un proyecto para que nuestra comuna lleve el nombre de Comuna de la Memoria.
Por último, ¿podemos resumir las tres problemáticas más acuciantes en la Comuna 10?
-Durante la pandemia tenemos que asegurar la situación alimentaria y ayudar a la reactivación del circuito económico. El gobierno de la Ciudad debe acompañar el enorme esfuerzo fiscal que hace el gobierno nacional como los IFE, los ATP, que solamente en la Ciudad de Buenos Aires volcaron 30 mil millones de pesos, eso es más de 300 veces lo que viene haciendo la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. Mínimamente se debe ampliar la ayudad de la Tarjeta Ciudadanía Porteña.
– Otro de los problemas es el acceso a la vivienda y los precios inalcanzables para los alquileres. No existe un plan de alquiler social de viviendas para la clase media.
– Jardines maternales. Esto es muy importante para que las familias tengan la posibilidad de que sus hijos puedan educarse cerca de sus casas, y no tengan que verse obligados a recurrir a la educación privada y/o alejada de sus barrios.
– Y si pudiéramos sumar una más, diría clubes de barrio: ya estamos trabajando con el Ministerio de Deportes de Nación para asistirlos y realizar la mayor inversión en muchos años en toda nuestra Comuna con obras de refacción, puesta en valor y pequeñas obras de infraestructura para planificar las actividades en la pospandemia.