DISCURSO DE CAMPAÑA: HAZ LO QUE YO DIGO, NO LO QUE YO HAGO
Por Andrés Cárdenas
En un gesto electoralista con algo de desesperación y nada de elegancia, el jefe de gobierno porteño Rodríguez Larreta usó la conmoción generada tras el intento de magnicidio de Cristina Kirchner y criticó el feriado nacional porque “se perdió un día de manera inútil”. Así resolvió que se pase una jornada de capacitación docente a un fin de semana para recuperar el día de clase, mientras la Auditoría General de la Ciudad advierte que, pese a que el presupuesto de mantenimiento escolar supera los 4500 millones de pesos, los edificios no están en condiciones y se premia a empresas que están en falta.
El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sostuvo que con el feriado del viernes 2 de septiembre dispuesto tras el intento de magnicidio de Cristina Kirchner “se perdió un día de manera inútil” y determinó que, por ello, los estudiantes de todas las escuelas de la Ciudad recuperarán ese día de clases el próximo 31 de octubre. Faltando casi dos meses para ese momento, el Jefe de Gobierno porteño sobreactuó su decisión y la puso en escena para diferenciarse del gobierno nacional.
Larreta, en pleno modo campaña, minimizó lo ocurrido apenas cinco días después del intento de asesinato contra CFK y recalcó que el feriado nacional decretado se recuperará en las escuelas porteñas, porque “en la Educación no todo es lo mismo”.
En una terraza despojada, a primera hora de una mañana fría, el equipo de comunicación de Larreta pareció empecinado en mostrar cierta postura estética aguerrida “a lo Zelenski”, como si el aspirante presidencial porteño fuera el comandante de una guerra contra el populismo, el kirchnerismo y otros “males” del país, según su discurso de campaña que aturde por lo reiterativo.
Larreta se mostró secundado por su posible sucesora la “halcona” y ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, su Jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y el ministro de Gobierno y Asuntos Interjurisdiccionales, Jorge Macri, todos con rostros compungidos, para sobreactuar la “gravedad de los anuncios”. Todo vale por la imagen, en estos tiempos de guerra mediática que corren.
“No podemos perder ni un solo día. Vamos a reprogramar un día de capacitación de los docentes y con eso vamos a mantener los 192 días de clases”, subrayó Larreta, al tiempo que le bajó el tono a la gravedad institucional que representó el ataque a la Vicepresidenta de la Nación y dos veces presidenta de la República.
Sin solución de continuidad repudió cualquier tipo de intervención estatal respecto a los discursos de odio, que ya pasaron a la acción directa, aunque no exista siquiera el texto de un proyecto de ley. “El kirchnerismo nos intenta distraer: ahora proponen una ley mordaza, con el argumento totalmente inverosímil de que todo lo que pasa es culpa del periodismo, la Justicia, la oposición. Lo que están proponiendo es controlar la libertad de expresión. No lo vamos a permitir”, advirtió.
Y siguió repudiando una iniciativa que el propio oficialismo se había ocupado de desmentir. “Me preocupan mucho los avances contra la prensa, contra la libertad de expresarse libremente de todos los argentinos. Con la excusa de esta ley podrían llegar a controlar lo que se diga en las redes sociales”, agregó sin brindar mayores precisiones y olvidando que durante la presidencia de Mauricio Macri hubo detenciones varias a personas que postearon mensajes intimidantes a miembros del Ejecutivo.
Como si se tratara de un caso de manual de proyección psicológica es Larreta en realidad el que buscar “distraer” a todo el mundo respecto de la desastrosa gestión educativa que lleva adelante en el distrito con mayores recursos del país: un informe de la Auditoría General de la Ciudad advirtió que, pese a que el presupuesto para mantenimiento escolar supera los 4500 millones de pesos, los edificios no están en condiciones y no se cumple con los controles de plagas ni de instalaciones eléctricas y desagües.
Además, según explica el mismo reporte de la oficina de control porteña a cargo de la Dra. Mariana Gagliardi, las empresas responsables no resuelven los problemas edilicios escolares y acumulan decenas de multas, pese a lo cual se las sigue contratando desde hace ocho años. Una situación equiparable con los cuestionados proveedores de comedores escolares y viandas de CABA.
INFORME LAPIDARIO SOBRE FALTA DE MANTENIMIENTO ESCOLAR
A continuación transcribimos una sinopsis de los informes de situación del Sistema Global de Mantenimiento Escolar (SIGMA), que abarca cifras de los últimos cinco años verificadas por la Auditoría General de CABA (AGCBA) e informa textualmente (los resaltados son nuestros, ndr.):
“La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires todos los años audita el Sistema Global de Mantenimiento (SIGMA) Escolar y viene observando desde hace por lo menos tres años el mal estado de los edificios escolares, la falta de planificación que tiene como consecuencia el pago de importantes sumas de dinero a empresas que no solucionan los problemas edilicios de las escuelas. En este sentido, el GCBA sigue contratando a las mismas empresas desde hace 8 años.
El mantenimiento edilicio (SIGMA) a cargo de empresas, contratadas y controladas por el Ministerio de Educación, tiene como finalidad garantizar la conservación, mantenimiento y puesta en valor de todos los establecimientos de educación pública de la CABA. La auditoría de la Ciudad advirtió al Ministerio de Educación en sus informes de 2018 y 2019, previo al inicio de la pandemia, sobre el deterioro de los edificios educativos visitados y documentados por la AGCBA e indicó que se debe mejorar el sistema de control interno de la Dirección General de Mantenimiento para garantizar el cumplimiento de las empresas y adecuada prestación del servicio.
La conclusión del informe N° 2.18.09 publicado en 2019, advierte que de no atender sus recomendaciones: “se entraría en un círculo vicioso de constantes intervenciones por medio de Trabajos de Mantenimiento de Obra Menor que podrían ser evitados con acciones de preservación y mejoras preventivas y correctivas.”.
A pesar de ello, al año siguiente, el informe N° 2.19.01 publicado en 2020 vuelve a concluir que el GCBA debe: “avanzar en el accionar destinado a salvar la ausencia de los relevamientos iniciales e inventarios de cada edificio a cargo de las Empresas y perfeccionar los sistemas de control interno para preservar en buen estado y mejorar la infraestructura edilicia y el adecuado funcionamiento de las instalaciones”.
Los informes advierten esta situación a partir de visitas con equipos técnicos a las escuelas, analizando los pliegos de las contrataciones y el control del cumplimiento que el Ministerio de Educación debería realizar.
Los principales hallazgos del informe son 1) la falta de publicación de informes trimestrales y anuales sobre el estado de los edificios que permitan conocer y controlar las tareas de mantenimiento realizadas por las empresas, 2) en 2018 se aplicaron 48 a multas en total a diferentes empresas y en 2019 se aplicaron 60 multas y 3) Falta de cobro de las multas por parte del Ministerio de educación a las empresas.
En 2022 se publicó el informe N° 2.20.01, el mismo audita el Plan Integral de Mantenimiento a las escuelas (SIGMA) y es el más reciente sobre mantenimiento en escuelas realizado por la AGCBA.
Por tercer año consecutivo, la AGCBA detectó serias irregularidades en el Plan Integral de Mantenimiento a las escuelas (SIGMA) y se advierte que desde el Ministerio de Educación no se ha presentado la información requerida para explicar la ampliación de contratos a las empresas contratadas.
El panorama del mantenimiento escolar indicado por el informe de auditoría señala que en las escuelas no se cumple con la totalidad de los controles de plagas, ni con las rutinas de control de instalaciones eléctricas, desagües pluviales ni tampoco el control de los cerramientos. Además el informe indica que no fueron reemplazados la totalidad de vidrios crudos existentes en establecimientos escolares que se hallan bajo la órbita del Ministerio de Educación.
La falta de control a las empresas que deriva en el mal estado de los establecimientos educativos afecta directamente a los y las estudiantes de la educación pública de la ciudad pero no tiene ninguna consecuencia sobre las empresas contratadas que brindan un mal servicio. Todo lo contrario, el presupuesto destinado para las empresas de mantenimiento escolar para el 2022 supera el presupuesto destinado para las urbanizaciones de los barrios Villa 20, Rodrigo Bueno y Fraga, todos juntos. El Ministerio de educación destina $4.599 millones a empresas de mantenimiento mientras que para la urbanización de tres barrios populares juntos destina $4.000 millones. Es decir, ¿las empresas de mantenimiento no pueden arreglar filtraciones, problemas de mampostería y revisar el estado de escuelas con el mismo presupuesto que existe para urbanizar tres barrios populares? ¿A dónde está yendo esa plata? Quizás la ministra Acuña tenga alguna respuesta para dar”.
LA FÁBRICA DE HUMO DE LARRETA
La rápida jugada política con la manipulación del feriado decidido por el gobierno nacional tras el intento de magnicidio de CFK parece más la obra de una fábrica de humo que de un gobierno serio y realmente comprometido con que “Cada día en la escuela cuenta”, una de las nuevas muletillas de propaganda de gestión de “La transformación no para”, campaña en todos los formatos posibles que le cuesta millones de pesos por día a porteñas y porteños.
Debajo puede verse el comunicado oficial que le llegó a cada hogar con niños y niñas dentro del sistema educativo público porteño, firmado por el Ministerio de Educación:
Algunos padres memoriosos recuerdan que este tipo de jornadas docentes no se solían informar más unos pocos días antes, avisando que por tal motivo no habría clases, pero ahora de un modo sobreactuado reprograman dos meses antes la actividad a un sábado para que el lunes 31 de octubre sí haya actividad escolar.
La conducta arbitraria, dictada por las necesidades autoimpuestas de las autoridades porteñas de generar un clima preelectoral, marcan en realidad ésta y otras decisiones vergonzosas recientes, como la de pretender prohibir el uso de lenguaje inclusivo en el ámbito educativo porteño, sin dejar siquiera la posibilidad opcional de su uso.
En la previa al día del maestro y la maestra, reconforta la lucidez y la capacidad de lucha de tantos educadores y miembros de la comunidad educativa, que manifiestan testimonios como el siguiente, de Sasa Testa, con trayectoria docente porteña: “Los pibes está mal alimentados en las escuelas, que se caen a pedazos, les docentes todes mal pagos, ninguneados, pero el problema es el lenguaje inclusivo. Una vergüenza, un atentado contra el derecho humano de la libertad de expresión, contra la libertad de cátedra y contra la formación de pensamiento crítico en las juventudes. Quieren que les chiques sean meros aparatos ideológicos del Estado y, por supuesto, de un Estado excluyente, neoliberal, de derecha, un verdadero asco como proyecto político y social”.
Con esta claridad de conceptos en buena parte de la población difícilmente prospere en el tiempo la propaganda de Larreta y su equipo, que deberían ocuparse activamente de desastres reales como las condiciones de los establecimientos escolares, con partidas subejecutadas cada año además, y dejar de criticar leyes imaginarias con fines electoralistas. Es hora de ponerse a trabajar de verdad por la educación.