DENGUE, LA EPIDEMIA SILENCIOSA
Buenos Aires, 14 de julio de 2020
A la par de la pandemia de Covid-19, la Ciudad de Buenos Aires atraviesa este año el mayor brote epidémico de dengue de su historia, que ya superó el pico del 2016 con más de 7.300 casos. El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta publicó el 23 de junio en el Boletín Oficial dos resoluciones para rescindir convenios de monitoreo de mosquitos y criaderos vigentes con la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, medidas que ahora prometieron rever tras numerosos reclamos.
El Gobierno porteño indicó el 8 de julio último a las autoridades de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA que daría marcha atrás e iba “a proceder a revertir la anulación de los convenios para el monitoreo de mosquitos Aedes aegypti y para mosquitos silvestres”.
“Las actividades relativas a los convenios se volverán a activar con algunas modificaciones asociadas al contexto de cuarentena”[1], anunciaron entonces en la página de la FCEN.
El pasado 23 de Junio, el gobierno porteño había publicado en su Boletín Oficial dos resoluciones para rescindir los convenios de monitoreo de mosquitos y evaluación de criaderos en el marco de su avanzada de recortes presupuestarios. En total, en ambos convenios se desempeñan 18 personas, entre estudiantes avanzados y graduados, encargados de relevar 218 puntos de toda la Ciudad en busca de poblaciones de mosquitos.
De este modo las autoridades porteñas deberían cumplir en volver atrás con estas medidas absolutamente improcedentes en medio del mayor brote epidémico de dengue de la historia de la Ciudad, tras diversas protestas desde sectores sociales y políticos como el Frente de Todos.
“Era un despropósito que el gobierno de la Ciudad decidiera cancelar estos convenios en un año donde los casos de dengue explotaron. Venimos denunciando que la Ciudad no cumplió con el Plan Estratégico de Prevención del Dengue y ahora se sumaba esta noticia. Es muy preocupante y debe haber una marcha atrás”, había considerado en recientes declaraciones a los medios la legisladora porteña del Frente de Todos, Lucía Cámpora, que sigue el tema hace tiempo.
Exactas, por su parte, propuso una reducción de costos para la Ciudad durante el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), de acuerdo a las actividades esenciales que deberían continuarse, aún en esta situación. Por lo que la Facultad ya se encuentra reorganizando las tareas para asegurar al menos un monitoreo mínimo.
En su informe sobre la cuestión al Consejo Directivo de la FCEN, el decano Juan Carlos Reboreda expresó: “llama la atención que se dé de baja un convenio de monitoreo de Aedes aegypti luego de haber sufrido la Ciudad de Buenos Aires uno de los peores años en cantidad de personas contagiadas con dengue”.
En la temporada 2019/2020 fueron notificados, en la Ciudad de Buenos Aires, un total de 10.380 casos de enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti: 10.355 corresponden a dengue, tres a fiebre amarilla, 11 a chikungunya y 11 a zika.
A fines de abril, legisladores porteños del Frente de Todos enviaron un proyecto de Ley a la Legislatura para incorporar la formación en prevención del dengue a la Ley de Educación Ambiental Nro. 1687, con todas las alertas encendidas por la propagación de casos. “Para prevenir la difusión masiva de estas u otras enfermedades de características similares, la mejor herramienta es promover un cambio en los hábitos de los ciudadanos y ciudadanas de la CABA”, afirmaron en el proyecto.
Las principales recomendaciones son el llamado “descacharreo”, esto es el vaciado de recipientes que puedan acumular agua para la cría de larvas, así como la limpieza y la higiene personal, con constante lavado de manos, como debe hacerse en la prevención del Covid.
El Aedes Aegypti pone sus larvas en agua limpia estancada y el mejor momento para combatirlo es en invierno y en otoño cuando, por cuestiones estacionales, declina la actividad de los insectos y los contagios, en relación al verano cuando proliferan otra vez.
Explican los especialistas que el invierno es el momento para dedicar más esfuerzos por erradicar las crías de los mosquitos que funcionan como vectores de la enfermedad.
CRISIS DE DENGUE SUPERÓ A LA DEL AÑO 2016
La cantidad de casos confirmados de dengue solo en el 2020 es muy superior en relación a los últimos tres años y rebasó también el pico máximo histórico del 2016 (con más de 7.300 casos contra unos 5.000), según estadísticas oficiales. A esto se le sumaron dos agravantes que preocupan más aún: hay mayor circulación de cepas diferentes (son cuatro los tipos de virus y se registró la actuación de tres de ellos) y se dieron mayor cantidad de casos autóctonos, sin antecedentes de viaje a zonas endémicas.
(En el primer mapa muestra los casos de dengue cada cien mil habitantes al 10 de junio último, mientras que en el segundo mapa marca la misma medición para casos de Covid-19 al 9 de julio). Fuente oficial: Boletines Epidemiológicos semanales de CABA[2]
En el caso del Covid-19 se puede observar que nueve barrios concentran el 60% de los casos en la Ciudad de Buenos Aires al 9 de julio último. De los vecindarios más afectados, siete están ubicados en la zona sur, con las comunas 1, 4, 7 y 8 como las más golpeadas por contagios: una historia repetida en la desigual Ciudad de Buenos Aires.
Según el último Boletín Epidemiológico Semanal (BES), -el número 203, fechado el 10 de julio- Flores sigue liderando el listado de las zonas con más personas que se contagiaron de coronavirus, con 4.454 casos activos. En ese orden, le siguen Retiro (3.123), Villa Lugano (3.104), Barracas (2.778), Balvanera (2.172), Villa Soldati (1.728), Palermo (1.292), Almagro (1.240) y Nueva Pompeya (1.157).
Si hiciéramos el ejercicio de superponer ambos mapas, veríamos el enorme grado de coincidencia entre las comunas con mayor incidencia de dengue con las de mayor impacto de Covid-19, con los consecuentes riesgos agravados y multiplicados para la Salud Pública que esta concurrencia de enfermedades implica.
En efecto, para la epidemia de dengue el barrio más afectado en relación con su población también es Flores, seguido por Barracas, Vélez Sarsfield, Villa Soldati, Villa Lugano y Parque Avellaneda: en estos barrios se concentra el 55% de todos los casos, otra cifra muy equiparable a la distribución del Covid.
La siguiente tabla actualizada para dengue surge del mismo BES 203 del 10 de julio último:
En tanto que el gráfico debajo de este texto muestra la curva de casos durante 2020, que aún con el actual descenso estacional, encendió todas las alarmas, al lograr superar el máximo histórico de 2016, desde la semana del 17 de abril de 2020 (BES 191):
(El pico histórico de 2016 fue superado desde abril de 2020. Fuente oficial: BES de CABA)
PICAN LOS MOSQUITOS: LOS RIESGOS DEL “SI PASA, PASA”
Con bastante disimulo a veces, y otras tantas sin tanto, la gestión de Juntos por el Cambio durante la presidencia de Mauricio Macri y en los trece años de vida pública de este espacio político al frente de la Ciudad empleó sistemáticamente la política del “si pasa, pasa”.
En 2014, cuando era ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich, actualmente senador nacional por la Provincia, detallaba esta estrategia contra los gremios docentes en una conferencia junto al entonces Jefe de Gobierno Macri, en la que explicaba la postura de abrir varios frentes a la vez para “vencer a la resistencia” sindical[3]. De este modo, decía Bullrich, lograban imponer iniciativas, casi siempre de ajuste o pérdida de derechos, por distracción, acumulación de temas, engaño, superioridad de fuerzas o cansancio: la esencia misma de una perversa práctica política expuesta con toda crudeza.
La fallida reforma laboral, el intento de eliminar el feriado del 24 de marzo o la intención de imponer el “2 X 1” para delitos de lesa humanidad fueron algunos hitos en los que la ciudadanía rechazó con fuerza, masivamente en las calles, iniciativas antipopulares y “no pasó” lo que intentaba imponer Juntos por el Cambio en sus años al frente del Ejecutivo nacional.
Pero otros centenares de medidas, desde tarifazos a repetición, hasta el cercenamiento de prestaciones básicas para los sectores más desamparados y con menor capacidad de protesta, finalmente sí pasaron durante cuatro años, en perjuicio de los intereses de las mayorías.
En el ámbito porteño el intento de rescindir los convenios de control de mosquitos que llevó adelante el gobierno (un acuerdo que lleva dos décadas de vigencia y en plena pandemia), es apenas una pequeña muestra de la misma filosofía política de buenos modales, marketing vacío y malas prácticas.
Organismos como la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires y legisladores opositores mantienen de manera permanente la atención puesta en el control de la gestión de Rodríguez Larreta, pues en el caso de las epidemias concurrentes de Covid-19 y dengue que afectan a la Ciudad, el ejercicio férreo de una oposición a conciencia se transforma en una cuestión vital para la Salud Pública.
La falta de insumos hospitalarios en los establecimientos que dependen del distrito más rico del país, compras fraudulentas de los mismos (barbijos con sobreprecios o testeos que nunca se proveyeron tras ser pagados), recortes en viandas escolares y ahora el descuido de planes de prevención para el dengue, resultan ejemplos reiterados de un modo de gestión que requiere del máximo control ciudadano.
[1] https://exactas.uba.ar/continuaria-el-monitoreo-de-mosquitos-en-la-ciudad/
[2] https://www.buenosaires.gob.ar/salud/boletines-periodicos/boletines-epidemiologicos-semanales-2018-2019