BAJO EL PESO DE LA DEUDA
Por Andrés Cárdenas y María José Castells
La deuda pública constituye uno de los temas más relevantes para analizar el estado de situación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en casi catorce años de gobierno del macrismo. En la misma proporción en que creció sin parar su peso en el Presupuesto porteño, se redujeron partidas en áreas sensibles como Salud y Educación, son casi inexistentes los planes de viviendas y se verán limitadas políticas públicas esenciales.
La magnitud del endeudamiento, lo que representa en términos relativos y sus condicionamientos para el resto de las áreas sociales, resultan aspectos centrales a la hora de hacer una radiografía, no sólo de la deuda pública en sí, sino también de los márgenes de acción con los que cuenta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en general, y más específicamente en un contexto de emergencia sanitaria como el actual, derivado de la pandemia del Covid-19.
De allí, la urgencia de su estudio por tratarse de un tema invisibilizado en los medios de comunicación, que una vez más protegen con un blindaje hermético a la gestión de Juntos por el Cambio, en detrimento de las y los porteños que, año a año, ven empeorada su calidad de vida.
Como un anticipo trágico de lo que años después sucedería bajo el gobierno de Cambiemos a escala nacional, la asunción de Mauricio Macri al frente de la Ciudad de Buenos Aires en 2007 significó el inicio de un camino de acelerado endeudamiento.
Tras la salida de la crisis de 2001 y 2002, CABA había concluido un proceso de reestructuración de su deuda que tuvo como consecuencia una significativa disminución del stock de su deuda.
Sin embargo, a poco de asumir su mandato como jefe de gobierno, Macri acudió a los mercados internacionales de crédito emitiendo nuevos títulos públicos y al mercado local a través del uso de distintos instrumentos financieros. A partir de entonces, y prácticamente sin pausa, tuvo lugar un creciente proceso de endeudamiento que dio como resultado la sextuplicación del stock de deuda medido en dólares en tan solo diez años, desde el principio de la gestión hasta su pico en 2017, ya durante el mandato de su sucesor, Horacio Rodríguez Larreta.
Stock de deuda del GCBA, 2007-2019, en millones de dólares |
|||
Pesos* |
Dólares |
Total |
|
2007 |
512 |
352 |
864 |
2008 |
470 |
655 |
1125 |
2009 |
423 |
882 |
1305 |
2010 |
853 |
886 |
1739 |
2011 |
872 |
696 |
1568 |
2012 |
1384 |
977 |
2361 |
2013 |
1786 |
1011 |
2797 |
2014 |
2066 |
1091 |
3157 |
2015 |
2247 |
1455 |
3702 |
2016 |
2455 |
2071 |
4526 |
2017 |
2108 |
3309 |
5417 |
2018 |
2062 |
2392 |
4454 |
2019 |
1894 |
1156 |
3050 |
*En millones de dólares al tipo de cambio vigente al año de contracción de la deudaFuente: Elaboración propia en base a la Dirección de Estadística y Censos del Gobierno de la CABA |
Entre 2007 y 2019 se quintuplicó la deuda en dólares con un nivel similar de inversiones y mayores transferencias del gobierno nacional. Entre los cuestionamientos más fuertes a la deuda de CABA se encuentran el pago de comisiones más altas que las del mercado y la falta de obras de magnitud que justifiquen los montos. Las autoridades porteñas, como contrapartida, argumentaron este mayor uso del crédito en la necesidad de refinanciar la deuda que la propia gestión fue contrayendo (un verdadero “sincericidio” al cotejar los pagos crecientes de intereses), así como para financiar infraestructura y, básicamente, para la realización de obras viales (Metrobus, ciclovías, bicisendas, etc.), ampliación de la red de subterráneos (que jamás se llevó a cabo en proporción a los diez kilómetros por año falsamente prometidos en campaña) y adquisición de material rodante para la misma y otras obras de equipamiento.
El corolario de esta gestión habla por sí mismo: Rodríguez Larreta destina hoy prácticamente el 8% del gasto del total del Presupuesto en el pago de intereses de deuda.
Peso de la deuda en el gasto total de la CABA, 2013-2021* (en porcentaje)
Fuente: Elaboración propia en base a la Dirección de Estadística y Censos del Gobierno de la CABA
CRECIMIENTO DEL ENDEUDAMIENTO SIN PAUSA
Con la gestión del PRO y sus aliados en CABA la deuda pública se quintuplicó entre 2007 y 2019 sin que este proceso guarde relación coherente ni con el nivel de recaudación del distrito, por lejos, más rico de Argentina ni con el nivel de las inversiones realizadas por el Estado, ya que el nivel del gasto de capital no se incrementó sustancialmente y crecieron las transferencias desde el gobierno nacional.
CABA, debido a su importancia económica en un país federal, pero a la vez de desarrollo macrocefálico, es el segundo distrito más endeudado luego de la Provincia de Buenos Aires, que casi la sextuplica en población, a la vez que CABA tiene un territorio que representa apenas el 0,06% del bonaerense.
Así, la deuda de la Ciudad equivale actualmente al 75 por ciento de los recursos tributarios propios y, se debe reiterar, pasó de destinar el 1 al 8 por ciento del gasto del Presupuesto en pagos de intereses de deuda en un lapso relativamente muy corto de años durante los mandatos de Macri y Rodríguez Larreta.
Los tres gráficos siguientes muestran la evolución de la situación descripta con estadísticas consolidadas entre 2007 y 2019:
Stock de deuda del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como proporción de la recaudación impositiva por tipo de moneda. Años 2007/2019.
Fuente: Elaboración propia en base a la Dirección de Estadística y Censos del Gobierno de la CABA
Stock de deuda del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como porcentaje del PBG. Años 2007/2019.
Fuente: Elaboración propia en base a la Dirección de Estadística y Censos del Gobierno de la CABA
Evolución del stock de deuda y del resultado primario en pesos constantes de 2019, 2005-2019 (millones de pesos constantes de 2019)
Nota: se deflactaron los valores corrientes por el IPC de la Ciudad de Buenos Aires entre 2013 y 2019, y el IPC Provincias entre 2005 y 2012.
Fuente: elaboración propia en base a la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad.
TOMAR MÁS DEUDA: POR QUÉ Y PARA QUÉ
El senador del Frente de Todos por CABA Mariano Recalde consideró respecto del tema que “el endeudamiento no resulta ni bueno ni malo en sí mismo y puede ser una herramienta legítima del Estado para llevar adelante proyectos públicos, pero indefectiblemente deben tenerse en cuenta el contexto, las condiciones y fundamentalmente el destino de los fondos comprometidos, para que no terminen dilapidados o fugados por mecanismos de especulación financiera como ocurrió en Argentina durante la presidencia de Macri y en otras experiencias nefastas como la dictadura militar”.
Ahí está justamente uno de los nudos de la cuestión: el por qué y para qué, con cuáles fines y objetivos se tomó deuda en niveles tan elevados como los que registra CABA.
Cabe señalar que desde que el PRO y sus aliados se instalaron en 2007 en la Ciudad de Buenos Aires, el stock de deuda en dólares aumentó un 419%. A pesar de tener una de las recaudaciones más generosas del país, en apenas doce años se multiplicó por cinco el nivel de endeudamiento. Todo con inversiones que no justifican los montos y mayores transferencias del gobierno nacional. Según datos de junio de 2019, el stock de deuda alcanzó los 2900 millones de dólares.
A diferencia del actual gobierno nacional que, lejos de aplicar una política de ajuste (como se pretende instalar desde la batería de medios opositores), proyecta un aumento del gasto de capital del 132% en 2021 respecto de 2019, el gobierno de la Ciudad contrae los gastos de capital un 23,3% para el mismo período. Una política de ajuste que aplica desde 2017. A precios constantes de 2020, los gastos de capital pasaron de 91 mil millones de pesos a 70 mil millones entre 2019 y 2021. El 33% menos respecto de 2018 y el 37% respecto a 2017.
Evolución y variación interanual real del gasto de capital, 2013-2021* (a valores constantes de 2020 y en porcentajes)
Fuente: Elaboración propia en base a la Dirección de Estadística y Censos del Gobierno de la CABA
Otro de los argumentos para la toma de deuda por parte del gobierno de la Ciudad fue la presunta quita de recursos coparticipables que se le efectuaba desde Nación a CABA en relación a la proporcionalidad que le correspondía en el régimen de Coparticipación Federal, lo que supuestamente fue “remediado” de manera arbitraria por Macri durante su presidencia y ahora vuelto para atrás en parte por el presidente Alberto Fernández.
Rodríguez Larreta y los ministros de su gabinete repiten todo el tiempo que les falta plata para los habitantes de la Ciudad, pero el superávit previsto en el presupuesto 2021 alcanza los 22.925,4 millones de pesos, que representa el 3,9% de sus ingresos. Es decir que a la ciudad más rica del país le sobra plata, aun con el mencionado recorte de la Coparticipación Federal. Los gastos corrientes en la Ciudad caerán según lo presupuestado para este año un 6,5% comparado con 2020 y un 1% contra 2019. La caída respecto a los años anteriores es aún mayor: 12% comparado con 2017.
Para desbaratar también esta falacia se puede verificar cómo incluso el aumento del porcentaje de Coparticipación Federal destinado a CABA durante la presidencia de Macri no detuvo nunca el ajuste en el distrito más rico del país, ni tampoco el flujo creciente de toma de dinero en concepto de deuda en pesos y dólares.
El constante crecimiento de la deuda pública porteña implica necesariamente condicionamientos a futuro de todo tipo de políticas, en especial para las áreas más sensibles como Educación, Salud y Vivienda. Los números marcan claramente esta tendencia:
Recursos por coparticipación y gasto por finalidad y función del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en pesos constantes de 2019, 2015-2019 (millones de pesos de 2019 y porcentajes)
|
2015 |
2019 |
Diferencia absoluta |
Variación % |
COPARTICIPACIÓN TOTAL |
28.637 |
83.370 |
54.733 |
191,1 |
Coparticipación (excluye incremento por Policía) |
28.637 |
33.348 |
4.711 |
16,5 |
Coparticipación por Policía |
0 |
50.022 |
50.022 |
– |
GASTO TOTAL |
325.99 |
373.403 |
47.408 |
14,5 |
GASTO EXCLUYENDO SEGURIDAD Y DEUDA |
304.905 |
289.098 |
-15.807 |
-5,2 |
Administración gubernamental |
55.371 |
44.664 |
-10.707 |
-19,3 |
Servicios de seguridad |
14.755 |
51.920 |
37.165 |
251,9 |
Servicios sociales |
227.214 |
228.779 |
1.565 |
0,7 |
Salud |
65.792 |
55.922 |
-9.870 |
-15,0 |
Promoción y asistencia social |
29.732 |
36.391 |
6.659 |
22,4 |
Educación y cultura |
77.195 |
80.230 |
3.035 |
3,9 |
Trabajo |
2.749 |
2.614 |
-135 |
-4,9 |
Vivienda y urbanismo |
22.189 |
21.339 |
-850 |
-3,8 |
Agua potable y alcantarillado |
2.687 |
4.295 |
1.608 |
59,8 |
Otros servicios urbanos |
26.870 |
27.988 |
1.118 |
4,2 |
Servicios económicos |
22.324 |
15.655 |
-6.669 |
-29,9 |
Deuda pública |
6.335 |
32.385 |
26.050 |
411,2 |
Nota: se deflactaron los valores corrientes por el IPC de la Ciudad de Buenos Aires.
Fuente: elaboración propia en base a la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales del Ministerio de Economía y a la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad
Las cifras demuestran claramente las restricciones que impone el creciente endeudamiento pero detrás de estas políticas se halla implícita una concepción ideológica, política y filosófica de exclusión, direccionada a gestionar una ciudad para pocos por parte del macrismo.
Por ejemplo, el ministerio de Salud porteño recuperó apenas un 0,3% de su partida presupuestaria este año respecto de 2020, aún cuando todos debían imaginar la llegada de la segunda ola del Covid-19 que se ha vuelto dramática en los últimos días. La erogación de Salud de CABA sufrió una caída constante desde 2016, pese a la mayor toma de deuda pública, que hasta termina financiando gastos corrientes con la dinámica de una bola de nieve en una pendiente.
UNA CUESTIÓN DE ACTITUD
Una visión política divergente puede verificarse a nivel nacional, entre 2003 y la actualidad, en el tratamiento distinto del proceso de endeudamiento (o desendeudamiento) durante la presidencia de Macri, respecto de los mandatos de Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y actualmente con el presidente Alberto Fernández.
Un símbolo de estas diferencias se dio en la relación con el FMI: mientras que Néstor Kirchner realizó un pago anticipado y canceló la deuda con el organismo internacional por cerca de US$ 9.810 millones en diciembre de 2005, el gobierno de Macri decidió recurrir al Fondo para buscar respaldo financiero en mayo de 2018, tras el endurecimiento del mercado de capitales internacional que se cerró para seguir prestándole dinero al gobierno de Macri, de lo que obtuvieron fantásticas ganancias “golondrina”. A partir de ese momento Argentina se convirtió en el principal acreedor mundial de toda la historia del organismo, con un préstamo adjudicado de más de US$ 50 mil millones y una ayuda de los “amigos de Departamento del Tesoro” estadounidense durante el gobierno de Donald Trump.
La realidad es que el país estaba en default en el primer semestre de 2018 debido al corte de fondos de los prestamistas privados, luego de una fiesta descontrolada con toma de créditos y fuga de capitales, por medio de la emblemática y vieja conocida “bicicleta financiera” (carry trade): literalmente se esfumaron decenas de millones de dólares con la venia de las autoridades.
En mayo de 2020 el Banco Central de la República Argentina publicó un informe titulado “Mercado de cambios, deuda y formación de activos”, sobre deuda externa y fuga de capitales durante la presidencia de Macri, afirmando que entre 2015 y comienzos de 2018 (antes de convocar al FMI) el gobierno tomó deuda por 100 mil millones de dólares, a los que luego sumarían los 44,5 mil millones más del préstamo otorgado por un monto mayor por el organismo internacional.
“Durante la fase de ingreso de capitales comprendida entre diciembre de 2015 y principios de 2018, aproximadamente 8 de cada 10 dólares que ingresaron al país desde el exterior tenían su origen en colocaciones de deuda y capitales especulativos. El ingreso de divisas por deuda pública, privada e inversiones especulativas sumó 100.000 millones de dólares en el período”, escribió literalmente el BCRA en el citado informe.
Si cotejamos las cifras de endeudamiento de CABA para el mismo período podemos decir que Rodríguez Larreta y su gestión participaron activamente de esta “fiesta”, con consecuencias nefastas para varias generaciones de argentinas y argentinos, de porteñas y porteños.
Para ser llevado adelante el endeudamiento a nivel nacional durante la presidencia de Macri se evitó puntualmente el debate parlamentario o cualquier otra instancia de control, la toma de deuda en CABA implicó la misma falta de revisión, apoyándose por muchos años en la amplia mayoría circunstancial de la que goza en la Legislatura.
La emisión “a sola firma” a mediados de 2017 por parte del gobierno nacional de un bono “centenario” por USD 2750 millones “a un interés anual de 7,125% durante los cien años siguientes” fue la más simbólica del daño perdurable que le hicieron el macrismo y sus aliados al país en su conjunto. Un modo de acción irresponsable que remite al simbólico cierre de la memorable novela de Gabriel García Márquez: “Los pueblos condenados a cien años de soledad no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra”.
Pero el pueblo argentino castigó mayoritariamente en las urnas esta condena que quisieron imponerle de forma inconsulta y tantas penurias acentuadas durante cuatro años de macrismo explícito, por eso, como muestra de coherencia, el actual gobierno nacional promulgó el pasado mes de marzo la ley 27.612, de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, que establece, entre otros puntos, que el endeudamiento en moneda extranjera bajo ley extranjera, y con prórroga de jurisdicción, requerirá en adelante de la autorización del Congreso Nacional.
En el mismo sentido, el presidente Fernández en su discurso de apertura de sesiones legislativas el 1ro. de marzo último advirtió sobre la “querella criminal por administración fraudulenta y malversación de fondos públicos” que impulsa el Gobierno Nacional contra los responsables del gobierno anterior ligados a las acciones del multimillonario endeudamiento sin control parlamentario. También se pidió desde el Ejecutivo y desde el Senado, presidido por Cristina Fernández de Kirchner, que el FMI promueva una investigación interna sobre las claras violaciones a sus propias reglas para brindar préstamos como el otorgado a la gestión de Mauricio Macri.
La Ciudad de Buenos Aires también precisa de un urgente cambio de rumbo en la conducta respecto de la deuda pública por parte del actual gobierno porteño, uno que deje de profundizar la toma de fondos con las consecuencias estructurales a futuro que implican e implicarán los onerosos compromisos contraídos para el conjunto de porteñas y porteños.