Ecoparque: la privatización del espacio público
La legislatura Porteña aprobó en segunda lectura una nueva concesión del Ecoparque (ex Zoológico). Los legisladores del PRO, UCR y CC dieron sus votos para que este proyecto pudiera convertirse en ley.
En el 2016, el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, dispuso el cierre del Zoológico que llevaba 142 años funcionando. El concesionario privado había sido cuestionado por su mala gestión, el poco cuidado de los animales y el deterioro de la infraestructura. Para ejemplificar el GCBA confirmo que desde comienzos del 2012 murieron más de 1000 animales.
A partir, de que el ejecutivo porteño tomó la decisión de rescindir la concesión, y a pesar del esfuerzo económico para la ciudad, las condiciones de habitabilidad de los animales no mejoraron, y más bien, empeoraron.
Según Claudio Bertonatti, ex director de la institución entre 2011 y 2013, muchos animales se encuentran enfermos y la falta de limpieza y cuidados hace que las enfermedades se transmitan a través de ellos. Por este motivo presentó una denuncia ante la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) advirtiendo la situación y considerando la existencia de una sobrepoblación de vectores de enfermedades (como las ratas y cucarachas).
Estas condiciones impactan en una alta mortandad dentro del ex zoológico, en 2017 murieron más de 56 animales, y, sólo hasta julio de este año, habían fallecido 26, entre ellos la rinoceronta Ruth y la jirafa Shaki.
A pesar del estado de las instalaciones, desde que el Zoológico se encuentra cerrado la Ciudad gastó más de $300 millones en su mantenimiento y reparación, mientras en paralelo se preparaba una nueva privatización.
El proyecto del nuevo Ecoparque, que reemplazará al Zoológico, habilita la concesión por 30 años de los 21 edificios históricos que están en el predio a diferentes empresas. El acceso al parque tendría un costo para los visitantes, lo mismo que para cada uno de los edificios. No está garantizado, siquiera, el acceso gratuito de las escuelas públicas de la Ciudad. Apenas habría una zona libre en el perímetro exterior, sin acceso a edificios ni a sectores con animales.